Carlos Giménez: "Opino a través de mis personajes, de mis tebeos, de mis dibujos"
Javier del Pino conversa con el dibujante sobre su vida y su extensa obra gráfica con motivo de la publicación de un volumen especial que recoge las nueve entregas de la serie Paracuellos, obra magna de la viñeta española

Carlos Giménez, autor de cómic: "Opino a través de mis personajes, de mis tebeos, de mis dibujos"
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Madrid
Carlos Giménez (Madrid, 1941) es el autor más importante del cómic español de las últimas décadas. Su obra es extensa. Cronista de la Guerra Civil española con la tetralogía 36-39: Malos tiempos (2007-2008) o de la Transición Política en su obra España: Una, Grande y Libre (1976-1977) también ha creado tiras de ciencia ficción como, por ejemplo, Dani Futuro (1969-1970), Delta 99 (1967-1968) o Hom (1977).
Además, Giménez es padre de la obra maestra del cómic español, Paracuellos, un relato autobiográfico en el que retrata el hambre y la brutalidad del franquismo. A través de sus páginas y basándose en recuerdos de su infancia narra la vida de un grupo de niños en los hogares de Auxilio Social de la posguerra en los que vivió durante ocho años. Aunque está considerada un clásico del cómic internacional, Carlos siempre explica que cuando realizó los primeros episodios ningún editor español de entonces mostró el más mínimo interés por publicarlos. Paracuellos es actualmente una obra esencial de nuestra memoria colectiva.
"Mis primeras historias no las quería nadie. Fue un editor francés el que decidió publicarlas"
Con motivo del 50º aniversario de la publicación de la primera historieta de Paracuellos (1976), Reservoir Books ha sacado en un solo tomo (tamaño XXL) las nueve entregas de la serie. Aprovechando la ocasión, la editorial también ha lanzado la edición definitiva de Pepe, otro de los grandes cómics de Giménez, una ambiciosa biografía del dibujante José González, uno de los autores de Vampirella.
Con motivo de dichas publicaciones el periodista Javier del Pino ha conversado con el ilustrador en su domicilio madrileño. A sus casi 85 años, Giménez conserva intacto su afilado lápiz y el buen humor. Afirma tener más ganas de dibujar que nunca. Escucharle es bucear en el tiempo, viajar a un doloroso pasado que quizás pueda repetirse: “Son tiempos para estar incómodo. Ves como la extrema derecha está resurgiendo y lo más terrible es que chavales jóvenes que no tienen ni idea de lo que fue la dictadura simpatizan con estas ideas”.




