La gorra de Trump o la motosierra de Milei: los símbolos de la política para seducir a las masas

Madrid

El chándal de Maduro, el uniforme negro de Meloni o la gorra roja de Donald Trump. Dentro del mundo de la política existen diferentes palabras, prendas, complementos y de más elementos que son identificados con figuras concretas.

Todos estos símbolos del panorama político internacional no son simples detalles que caracterizan a los líderes de cada país, sino que tras ellos se esconden mensajes y significaciones muy bien trabajadas por grandes equipos de comunicación.

Así lo explica en su nuevo libro, Mitólogos: el arte de seducir a las masas, el doctor en comunicación política y social Toni Aira, quien se ha sentado con Javier del Pino en A Vivir para analizar lo que hay detrás de su obra.

"Las imágenes son muy potentes"

Según explica Aira, en una época en la que "nos pensamos que somos más listos que nunca", nos acaban seduciendo aún más que antes gracias a la tecnología y al intenso estudio que se ha realizado acerca de las respuestas de la sociedad ante determinados mensajes o símbolos.

El doctor en comunicación nos habla concretamente de la figura de Donald Trump, que "practica la anti política siendo político" y que no tiene problema en derrumbar parte de la Casa Blanca, uno de los mayores símbolos de la política estadounidense. También menciona la motosierra de Milei, que deja ya bastante atrás a esas tijeras que representaban los recortes económicos.

Todos estos ejemplos demuestran la principal hipótesis de Aira: "Las imágenes son muy potentes". El entrevistado califica a estos líderes políticos como "muy buenos candidatos" pero no necesariamente como "buenos políticos".

Necesidad de dopamina constante

Toni Aira no pierde la esperanza y confía en que "ser ignorante deje de ser sexy" y que la sociedad actual "entrene su mirada" para poder estar más atento a este tipo de mensajes ocultos. El doctor en comunicación culpa también a las pantallas de esta tendencia a seguir a personajes que consideramos atractivos y "coherentes incluso en su incoherencia".

Este "scroll infinito" en el que vivimos debido a nuestro apego al teléfono móvil dificulta que dirijamos nuestra atracción a sujetos coherentes pero con discurso. Aira nos invita a ser conscientes de cómo las nuevas tecnologías nos han condenado a esa necesidad de "dopamina constante que nos divierte, pero también nos configura el cerebro".

El entrevistado explica cómo no solo las figuras populistas tipo Ayuso o Trump, sino también otros políticos como Pedro Sánchez o Sheinbaum en México, son producto de esta sociedad y se ven obligados a tener un buen manejo de la comunicación para conseguir mantenerse en el poder.

Constructores de mitos modernos

Dentro de este libro, Toni Aira busca exponer y explicar a esos constructores de mitos modernos, que no dejan de trabajar del mismo modo que lo hacían aquellas mentes que generaban historias como las de Perséfore o Teseo y el Minotauro.

Al fin y al cabo, los mitos no dejan de ser relatos fantásticos que buscaban proyectar una forma de ser canónica y una reconstrucción de la sociedad. Era el relato el que se imponía a la realidad, ya lo decía Gabriel García Márquez: "El mundo se divide entre la gente que sabe explicar historias y las que no".

La historia del Peugeot de Pedro Sánchez puede ser un claro ejemplo de esta idea de vuelta al mito antiguo. Toni Aira asemeja esta anécdota del presidente español con el mito de Odiseo, que tras volver totalmente derrotado de Troya, consigue volver al poder convenciendo a los estratos más bajos de la sociedad, al igual que hizo Sánchez con las bases del PSOE.