La nube que nos quita el agua: lo que no nos cuentan de los centros de datos

Madrid, Barcelona

El lunes un fallo en un centro de datos de Amazon Web Services en Virginia del Norte provocó una caída del sistema que afectó a millones de personas en todo el mundo. Una vez más se hace patente la gran dependencia que tenemos de lo digital, por un lado, y del peligro de que la operatividad de casi todo el planeta dependa de 3 grandes empresas: Amazon, Microsoft y Google.

¿A quién le van a quitar el agua en tiempos de sequía?

El relator especial de Naciones Unidas para los derechos humanos al agua y la energía, Pedro Arrojo, en el informe "el nexo entre el agua y la energía" apunta a la opacidad con la que las grandes tecnológicas negocian la instalación de estos centros de datos."Hay una opacidad total a nivel mundial por parte de las grandes corporaciones tecnológicas y los gobiernos aceptan". Estos centros "suponen un crecimiento importante del consumo de agua y electricidad"

Además del agua para refrigerar las instalaciones debemos fijarnos en el consumo energético. Respecto al tema del agua, Pedro Arrojo, dice que aunque consume menos que los cultivos de regadío "supone un nuevo demandante de agua" y se pregunta "¿Cuál será el nivel de prioridad que se dará en tiempos de sequía?" ¿a quién van a quitar ese recurso para mantener refrigerados los centros de datos?. Y respecto al consumo energético pasa lo mismo, la necesidad creciente de electricidad hace que consuman, por ejemplo, casi el 30% de la electricidad que se produce en Irlanda. Este país apostó por instalar este tipo de centros que ha tenido que paralizar ahora porque la insfraestructura no está preparada para ello. Se tiene que actualizar "¿y quién va a pagarla?" se pregunta de forma retórica Pedro Arrojo, porque está claro que el refuerzo de las redes se va a hacer con dinero público. Las pagaremos todos. No se pueden tomar este tipo de decisiones que pueden afectar a todo un país sin saber exactamente qué cantidad de energía precisan.

Si no se hace una moratoria en la instalación de estos centros supondrá un paso atrás en las políticas de lucha contra el cambio climático porque se están rescatando fuentes de energía como las grandes presas, las nucleares (las empresas eléctricas en España acaban de pedir el aplazamiento de la central nuclear de Almaraz) e incluso las térmicas con el efecto nefasto que puede tener para el medio ambiente. Si todo sigue igual "Se dinamita cualquier mitigamiento del cambio climático".

La recogida de la aceituna más violenta en Cisjordania

Nuestro colaborador habitual en Beirut, Miguel Flores, ha viajado por Cisjordania donde desde princicio de octubre están intentando recoger la aceituna. Está siendo la cosecha más escasa y violenta de toda su historia. Escasa por la sequía y porque los colonos israelíes que siguen ocupando territorio queman o arrancan los olivos centenarios. Los olivos son mucho más que árboles para los palestinos. Afaf, una mujer de 53 años de Al-Mughayer cerca de la frontera con Jordania, fue apaleada el domingo pasado bajo un olivo cuando intentaba varealo. La imagen de los colonos pateando y dando palos a esta mujer se ha hecho viral. Tras salir del hospital le cuenta a Miguel que "la cosecha de aceitunas es para mí el sentimiento más bonito. La espero año tras año" toda la familia participa, es una fiesta, una celebración. Afaf estaba vareando olivos de otros, en un pueblo al lado, porque los suyos fueron ocupados por colonos en junio. Omar Abu Samra le dice a Miguel que la tierra es sagrada para él "estoy dispuesto a morir en mi tierra (...) esto debe ser comprendido por los colonos y Ben Gvir, aunque nos quemen nuestras casas y nuestra tierra, no la abandonaremos".

Desde el inicio de la cosecha de aceitunas, que se extiende desde octubre hasta finales de diciembre la Comisión Palestina de Resistencia a la Colonización y al Muro ha documentado más de 158 ataques de colonos, llevados a cabo bajo la protección del ejército israelí.