El coleccionismo de videojuegos retro: un mercado que se mueve entre la nostalgia y la especulación
Muchos aficionados buscan recuperar las consolas de su infancia y los juegos que marcaron generaciones
Videojuegos para 'gamers' nostálgicos
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Poseer videojuegos en cartuchos o en CD, o consolas de hace más de 20 años es casi un lujo, sobre todo por lo que pueden llegar a costar algunas ediciones. El coleccionismo de videojuegos es una afición que comparten algunos amantes de este mundillo electrónico y que lleva existiendo desde hace bastante tiempo. Donde unos ven algo que se ha quedado anticuado o inservible, otros ven una joya que añadir a su colección, y están dispuestos a pagar grandes cantidades para conseguirlas.
Luis Expósito, gerente y socio de la tienda valenciana Canadian Games, contaba en el programa Código de barras la historia de un chico de Ávila que tenía una inmensa colección tanto de videojuegos como de consolas, todo precintado y nuevo, y que estaba interesado en vender el material completo. "Esta ha sido la segunda colección más grande que se ha comprado en España, en cuanto a volumen y también en cuanto a importe pagado", relata Luis.
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El pequeño 'boom' del coleccionismo durante el COVID-19
"El repunte, repunte fue justo después de la pandemia. La gente estaba en casa y tenía que gastar el dinero en algo y estar ocioso. Entonces, empezó un poco lo que es el 'boom' del retro", comenta Víctor López, dueño de la tienda madrileña El Rincón del retro.
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Durante el confinamiento, con la cantidad de tiempo libre muchos desempolvaban sus viejas consolas y se reencontraban con su niño interior. Luis Expósito añade que la nostalgia es otro de los factores que impulsa el interés por esta afición: "El efecto nostalgia hizo que se lanzaran a buscar esas consolas y esos juegos que tenían en su época cuando eran niños y adolescentes, tanto si los habían tenido originales como si fueron en tarjetas 'piratas'. Ahora al ser adultos y poder comprar, se lanzan a por lo que tuvieron o no pudieron permitirse tener en su momento".
En 2021, una copia del Super Mario 64 conservada en su caja original por 27 años fue subastada por un millón y medio de dólares (un millón cuatrocientos mil euros al cambio) en Estados Unidos. Esta adquisición se había convertido en uno de los videojuegos subastados más caros de la historia, pero en septiembre de ese mismo año una copia de otro juego de Super Mario fue subastada por dos millones de dólares, desbancando el anterior récord.
El valor reside en su conservación
El mercado de los videojuegos y consolas antiguas es muy cambiante y se mueve como cualquier otro con la ley de la oferta y la demanda. Que siga teniendo su caja original en perfecta condiciones o los manuales en su interior son dos de los factores que determinan el valor de un videojuego antiguo en la actualidad, según cuenta Víctor.
Además, no de todos los videojuegos se han hecho grandes tiradas y cuanto más limitadas sean sus unidades, mayor será su precio en el mercado. "Si un juego, da igual que sea de buena o mala calidad, se sacaron 500 unidades, pues significa que a la larga ese juego va a ser muy escaso. Y al ser escaso, con que aumente un poco la demanda, sube el precio", explica el gerente de Canadian Games.
La especulación y las falsificaciones: dos problemas en el mundo del retro
Algunos buscan empezar colecciones desde cero de alguna saga como Pokémon o Metroid, dos de las más populares entre los coleccionistas. Mientras que otros prefieren vender algún juego que se han encontrado por casa y que no saben qué hacer con él. En estas ocasiones hay dos opciones: dirigirte a una tienda especializada o poner un anuncio en plataformas digitales como eBay o Wallapop. El problema con estas últimas es que se corre el riesgo de caer en alguna estafa por falsificación.
"En plataformas chinas como 'Aliexpress' se están vendiendo ya muchas falsificaciones muy bien elaboradas que cada vez son más difíciles de detectar", declara Luis. "Las tiendas en general lo que dan es una garantía del producto, pero también de autenticidad (…) Entonces, los clientes tienen que valorar si les compensa o no comprar un artículo en Wallapop que pueda ser o no ser original", añade.
Hay muchos tipos de coleccionistas. Están los que quieren comprar los videojuegos o las consolas en el mejor estado posible e incluso precintados para tenerlos colocados en una estantería como si fuese una exposición. Luego estarían aquellos que buscan algún artículo para jugarlo y que a lo mejor no son tan exquisitos. Pero hay otro sector que ven en este hobby una oportunidad de inversión. "Hay quienes que en vez de invertir en bolsa, deciden invertir en videojuegos. Es triste, pero es así. Poco a poco, y espero que siga siendo poco a poco, este tipo de clientes empezará a acaparar juegos de los más caros y los deseados", opina Luis Expósito.
"A todos nos gustaría vender los juegos a 500 euros, pero es que a lo mejor ese juego vale 100. Las tiendas somos los que marcamos un poco los precios porque somos los que entendemos y vivimos de esto", señala Víctor López.
Lo que más se busca es la estabilidad
Tanto Luis como Víctor se muestran optimistas sobre el futuro del mercado de los videojuegos y consolas retro, esperando que con el tiempo siga habiendo un público interesado y que los precios desorbitados vayan desapareciendo o se vayan ajustando a la realidad.
El coleccionismo de videojuegos y consolas retro es una actividad que te permite volver al pasado cuando todavía importaba el formato físico y los gráficos pixelados era la tecnología punta. Una afición en la que se puede dejar o sacar una fortuna.
Sandra Mena
Su pasión por la radio comenzó con su paso por la radio de la Universidad Complutense de Madrid, donde...
