"Pensé que no podría hacer la película": Antonio de la Torre recuerda uno de los momentos más críticos que vivió en el rodaje de 'Los Tigres'

Madrid

El director Alberto Rodríguez explora en 'Los tigres', su nueva película, el universo de los "fontaneros subacuáticos" de Huelva, un thriller ambientado en el mundo del buceo profesional. El director, que ha visitado La Ventana junto a los protagonistas de la cinta, explica que la idea surge a partir de su fascinación por "el universo de los buzos", un entorno que califica de "casi sagrado". "Cuando buscábamos temas para la película, descubrimos que ese mundo tenía una espiritualidad y una entrega física impresionantes", señala el cineasta.

La trama transcurre en la costa de Huelva, donde Antonio y su hermana Estrella, ambos vinculados al mar, se ven involucrados en un alijo de cocaína en el casco de un carguero, al tiempo que él enfrenta un diagnóstico que puede poner fin a su carrera como buzo profesional.

Rodríguez reconoce que, antes de escribir el guion, pasó tiempo observando a buzos reales. "Vi cómo trabajan, cómo se preparaban… Es un oficio que exige un respeto absoluto", añade.

Preparación extrema y ansiedad bajo el agua

Bárbara Lennie y Antonio de la Torre coinciden en que la preparación física es uno de los mayores retos de la película. "Nos entrenaron con especialistas, gente que viene del mundo del buceo", explica la actriz. Lennie confiesa que se acerca con curiosidad a la disciplina: "No es tan fácil ni tan evidente. Yo lo llevo bastante bien, pero hay límites físicos que no puedes traspasar".

Por su parte, Antonio de la Torre relata uno de los momentos más duros del rodaje. "Nunca había tenido una experiencia así. Nos ponen el equipo de buceo y, mientras hago bromas con Bárbara, de repente me empiezo a ahogar y no puedo respirar", recuerda. "Pensé que no podría hacer la película. Me dio un ataque de ansiedad". El actor explica que su reacción tiene un componente emocional: "En mi anterior película interpreté a un hombre con problemas respiratorios, y el cuerpo tiene memoria. Me había entrenado para no poder respirar".

La precariedad del buzo industrial

Rodríguez también aborda el aspecto social que subyace en la historia. Explica que "la precariedad existe por la peligrosidad que tiene el trabajo de los buzos, buscando coeficientes más altos para jubilarse antes". Añade que "una de las entrevistas la hicimos con un buzo brasileño que, cuando estábamos en el restaurante, se levantó al servicio y no podía apenas caminar de la profundidad del mar al que estaba acostumbrado: cambian salud por dinero". Señala que ser buzo industrial "es el segundo oficio más peligroso del mundo".

Lennie reflexiona sobre las exigencias físicas del rodaje y el coste personal que implica un proyecto de esa intensidad. Pese a todo, tanto ella como De la Torre coinciden en que la experiencia, aunque extrema, ha sido una de las más transformadoras de sus carreras.