Cómo elegir el tamaño perfecto para nuestra maceta y cuándo trasplantar si cuelgan las raíces

El otro día hablábamos de raíces y, para empezar, recuperaremos algunas de las plantas que se quedaron fuera y que nos van a enseñar a conocerlas un poco mejor.

Empezaremos por las cintas (Chlorophytum comosum 'Variegatum'). Es la típica planta de abuela que todo el mundo conoce, de hojas como cintas alargadas. En este caso, nosotros tenemos unas cintas con el centro de la hoja verde y los bordes de color blanco. Planté varias juntas que rescaté de la calle, hace un año o así, y se han puesto muy bonitas. Sus raíces no son fibrosas, como en el caso del geranio que vimos el otro día, sino que estas han engrosado en parte, y tienen unos bultos blanquecinos en los que la planta reserva agua y nutrientes.

Se llaman raíces tuberosas, porque tienen esos engrosamientos con esa función de reserva. Si los oyentes hubieran visto estas plantas que viven juntas hace unos meses, se hubieran sorprendido ahora de ver el cambio que han dado. Antes estaban en una maceta muy pequeña de unos 10 centímetros de diámetro, y cada vez estaban más débiles, porque cada vez que las regábamos el agua les duraba muy poquito. Así que, trasplantándolas a una maceta un poco mayor, de unos 15 centímetros de diámetro, han recuperado su belleza.

¿Cuánto tiempo dejaremos estas cintas en esta maceta?

Esta maceta es de transición, igual que lo era la anterior en la que estaban. Lo que tenemos que hacer ahora, o también podemos esperar a la primavera, es pasarla a una maceta mayor, porque ya vemos que sus raíces la han llenado y estará aún más feliz en una maceta más grande, donde podrá también desarrollarse más y producir más hojas.

¿Las plantas, en general, se desarrollan más y mejor en macetas más grandes?

Eso es, a mayor tamaño de maceta, mayor tamaño de planta. Y como ejemplo he traído aquí nuestros esquejes del ficus 'Amstel King' (Ficus maclellandii 'Amstel King'). Son unos esquejes que había enraizado en casa, en agua. A comienzos de año, en febrero, planté estos tres en una maceta de 11 centímetros de diámetro. Ahora, todo el sustrato está copado por las raíces y las plantas nos están pidiendo más volumen de sustrato para crecer más y mejor.

Lo que haré, será trasplantarlos a una maceta con el doble de volumen de sustrato. No será la maceta definitiva donde crecerán, pero será un paso más para llegar a ella. Así aumentamos progresivamente el tamaño de la maceta. Siempre me gusta decir que es como cuando un niño duerme primero en una cuna, luego en una camita, para pasar a una cama más grande a medida que va creciendo: nunca le pones desde el primer momento en una cama de matrimonio, porque todavía es muy pequeñito.

¿Hay un tamaño definitivo para macetas de plantas de interior?

El tamaño nos lo da nuestro espacio. Si yo quiero que este ficus crezca en aquella esquina del salón, ese es el tamaño máximo que podré tener de maceta. Hay que ser generosos con ese volumen, porque tenemos que pensar que es donde la planta vivirá el resto de su vida. Normalmente, es común que la gente se quede corta con el tamaño de la maceta, pero hay que ser todo lo generosos que el espacio nos lo permita, sin que tengamos que salir del salón porque no quepamos.

¿Qué hay de lo que se suele decir de que en cuanto veamos raíces salir por el fondo de la maceta, hay que trasplantar?

Pues que no siempre es así, hay un poco de leyenda urbana en torno a ello. Las raíces muchas veces salen rápido por esos agujeros de drenaje, aunque lleven poco tiempo, porque es por donde hay más humedad, y la raíz, además, continúa su crecimiento apoyada en las paredes de la maceta, que desembocan en esos agujeros.

Lo importante es que la planta nos vaya mostrando que crece sana y fuerte, y que cuando veamos que decae en su crecimiento sea cuando valoremos si hay que trasplantar o simplemente hay que abonar para que retome crecimiento.

Por ejemplo, traigo una drácena marginata (Dracaena marginata sin. Dracaena reflexa var. angustifolia). Es una de las plantas de interior más cultivadas en las casas, seguro que ahora mismo varios oyentes están viendo una en su despacho, en su estudio, en su casa, con sus hojas muy estrechas y alargadas, y de borde rojito. Esta especie malgache nos llegó a nosotros desde uno de los despachos de la redacción, donde no estaba bien del todo. Poco a poco la hemos ido recuperando. Observamos que una de sus raíces ha escapado por uno de los agujeros de la maceta.

No es una pequeña raíz, nada de eso, es una raíz gruesa. La proporción entre la planta y la maceta está al límite, porque se puede ver que la maceta se le está quedando un poquito pequeña. Así que, en esta ocasión, sin duda, esta raíz que ha salido con esta fuerza nos habla de que es necesario el trasplante. Si hubieran sido unas pocas raíces fibrosas, no tendría que ser una señal tan clara para trasplantar. La pasaré a una maceta que duplique el diámetro de la que tiene ahora.