El fósil de dos cabezas que sorprende a la comunidad científica

¿Qué pasaría si uno de los monstruos que habitan nuestros mitos apareciera, de pronto, en el registro fósil? Eso es lo que ha ocurrido con el descubrimiento de un dinosaurio bicéfalo, una criatura real con dos cabezas, mencionada en el podcast Serendipias de la Cadena SER. El hallazgo, insólito y fascinante, ha sacudido la imaginación científica y ha reabierto el debate sobre los límites entre lo natural y lo monstruoso.

Durante el programa, el paleontólogo y divulgador Francesc Gascó explicó que la bicefalia, una malformación embrionaria que da lugar a dos cabezas en un mismo cuerpo, es más común en reptiles actuales como serpientes o tortugas, pero extremadamente rara en fósiles. El ejemplar, conservado con claridad, muestra dos columnas vertebrales que emergen de un solo tronco, lo que confirma que no se trata de dos animales superpuestos, sino de un único individuo con duplicación anterior del eje corporal.

Este fósil, que parece sacado de un bestiario medieval, conecta directamente con la reflexión filosófica que Luis Cortés planteó en el programa: ¿por qué lo monstruoso nos inquieta? ¿Por qué lo que se aparta de la norma se convierte en amenaza? En Serendipias, se reivindica otra mirada: la del monstruo como símbolo de variabilidad, como expresión de la diversidad biológica. "Lo monstruoso no es necesariamente malo", sino que "es extraordinario". Y este fósil, con sus dos cabezas, es una prueba tangible de que la naturaleza, incluso en sus formas más insólitas, sigue siendo fuente de asombro, conocimiento y belleza.