Pedro Piqueras no se olvida de su mítico skyline: "La gente que va a Singapur me sigue enviando fotos"

Hace casi dos años que el mítico presentador Pedro Piqueras se despidió de los telediarios tras 35 años de carrera. El periodista reconoce en A vivir que son días que no se arrepiente haberse ido y, a sus 70 años, está dedicando su tiempo a probar otras actividades. "Tenía la decisión muy tomada. No la tomé antes por ese miedo al cambio que tenemos todos", ha dicho, reconociendo que tras más de tres décadas llegando a casa a las 23:00 horas, quería tener "una vida normal".

Piqueras sucumbió a esa tentación inicial de desengancharse de esa necesidad de estar pegado a la información con clases de piano a los 65 años y a se atrevió a probar con la vela. "Ahora no hago nada de eso, estoy enganchado a los telediarios", reconoce, entre risas. En la actualidad, ocupa su tiempo en conferencias, presentado el libro que publicó en abril Cuando ya nada es urgente y otro tipo de actividades que tienen que ver con "aprender de las cosas, de la vida".

Pero por mucho que se empeñe en desvincularse de los informativos, hay una cosa que sigue persiguiendo a Piqueras incluso dos años después de dejar la televisión. Durante 15 años, Pedro Piqueras estuvo presentando los telediarios de Telecinco con el skyline que tenía de fondo sin saberlo. Ese mítico decorado que lo acompañó en todas las emisiones resulta que existe en la realidad, no es una imagen de archivo, sino que se trata de Singapur.

El periodista ha confesado que ha estado tan solo una vez en Singapur, cuando era corresponsal diplomático, en un viaje junto a Felipe González. "Fui por allí, pero no me enteré de nada. Nos daban un cenicero a los que fumábamos para que no tirásemos la ceniza. Entonces Singapur era un sitio muy avanzado, pero no me fijé en el skyline. De hecho, solo lo supe cuando me iba a ir de la tele", asegura.

Aunque el propio periodista no fue consciente y no se hizo la foto reglamentaria con el skyline de Singapur cuando fue, reconoce que recibe imágenes a diario. "La gente que va por Singapur me manda fotos", confiesa.