Qué esconde la firma de Cristóbal Colón

La firma de Cristóbal Colón ha sido durante siglos un enigma más dentro del misterio que rodea al descubridor de América. En el programa Ser Historia, abordan este detalle aparentemente menor que, sin embargo, revela mucho sobre la identidad, las creencias y las intenciones del navegante.

Colón no firmaba como "Cristóbal Colón", sino como "Xpo Ferens", una expresión que puede traducirse como "portador de Cristo". Esta firma, de carácter jeroglífico, se compone de símbolos y letras dispuestas en forma triangular, con una "S" arriba, otra abajo, las letras "X M" en el centro, y finalmente "Xpo Ferens" en la base. Para muchos investigadores, esta forma de firmar no era casual: reflejaba su convicción de estar cumpliendo una misión divina.

Según el historiador Jesús Callejo, Colón se consideraba un instrumento de Dios. En sus cartas, se presenta como el mensajero que revela el "nuevo cielo y la nueva tierra" anunciados en el Apocalipsis y en el libro de Isaías. Esta dimensión mística se refuerza con su libro Las profecías, escrito entre 1502 y 1504, donde recopila textos bíblicos que, según él, anticipaban su papel en la historia.

La firma también alude a los títulos que recibió en las Capitulaciones de Santa Fe: almirante de la Mar Océana, virrey y gobernador de las tierras descubiertas. De hecho, en el documento se habla en pasado "por lo que ha descubierto", lo que sugiere que Colón ya sabía lo que iba a encontrar. ¿Tenía información privilegiada? ¿Mapas precolombinos? ¿Apoyos secretos? Su firma parece ser la clave de una identidad más compleja: ¿era un cristiano viejo, un judío converso, un noble encubierto, incluso un espía portugués?

La firma de Colón no es solo un autógrafo. Es una declaración de intenciones, una afirmación de fe y una pista sobre el verdadero origen de uno de los personajes más fascinantes de la historia.