Salvó a sus nietos en la DANA, pero su cuerpo no ha aparecido un año después: “No hemos tenido ceremonia y necesitamos un sitio en el que llorar”

Madrid

La tarde del 29 de octubre, Paco, de 64 años, pasaba la tarde con sus dos nietos mientras su hija, Saray, trabajaba. Ella llegó a casa algo antes de lo habitual, cuando intentó avisarles de que no salieran todavía del chalet, donde habían pasado la tarde, porque había un temporal muy fuerte. Pero era tarde, ya estaban fuera. El tsunami que arrasó varios pueblos de la localidad valenciana, les pillo en el coche. "Toda esa marabunta de agua chocó contra ellos y los encastró en una palmera, que ayudó a que el coche se mantuviese ahí y no fuera a la deriva", ha explicado la valenciana en Hora 25.

Las horas siguientes fueron una pesadilla. "Se quedaron los tres aferrados arriba del techo del coche", ha contado. "Mi padre se resbaló o le dio o algo, al final la tensión de ese momento es algo importante, y finalmente se lo llevó el agua", ha narrado Saray. Desde ese día no se sabe nada de Paco, al que se da por fallecido aunque no hayan encontrado su cuerpo.

"Se lleva mal. Al final, nosotros a nivel social estamos acostumbrados a que, después de un fallecimiento tiene que haber una serie de ceremonias que no han podido darse. Necesitas aferrarte a un sitio en el que llorar", ha confesado.

Sobre las 23:30 llegó la policía local a su casa con sus dos hijos sanos y salvos. El nivel del agua había bajado un poco y un vecino de la zona los rescató, los llevó a su casa y les dio ropa seca. "Con la chiquilla he podido hablar más, pero a Alejandro le costaba muchísimo hablar del tema", ha asegurado sobre sus hijos, ambos en tratamiento psicológico. Un tratamiento que "ha tardado", ha dicho. "Además no viene de las administraciones, lo están haciendo en el cole a través de una ONG", ha criticado la valenciana.

Para los que vivieron aquel horror, un día de lluvia no pasa desapercibido: "Tienen preocupación cuando llueve, pero eso yo creo que ha quedado en la memoria colectiva de todos", ha contado. Tanto ella, como su familia y sus vecinos viven los días de lluvia "con mucha angustia, mirando mucho hacia dónde va el agua y qué trae el agua".

La esperanza de Saray por encontrar el cuerpo de su padre ha ido menguando: "Mañana ya hará un año de esto y no hay esbozo de nada. Desde que se encontró ese ese zapato y esa gorra, ya no se supo nada más de él". Que hace una semana se encontrara el cuerpo de otro de los tres desaparecidos le ha dado un empujón. "Yo lo viví con mucha alegría, porque al final pienso que es necesario que podamos cerrar estas etapas y para su mujer yo creo que fue un alivio poder ya tenerlo con ella", ha reconocido.

Sobre el funeral de estado de este miércoles, Saray espera "bien poco". "Pese a la opinión pública, Mazón va a asistir", ha lamentado. Algo que tanto ella como el resto de familias afectadas siguen sin comprender: "No entendemos cómo una persona que es la culpable de todas estas pérdidas de familiares, todas estas vidas que obviamente podían haberse salvado, esté ahí", ha sentenciado.