Al menos 64 muertos y 81 detenidos en una operación contra el crimen organizando en las favelas de Río de Janeiro

Una megaoperación policial en los complejos de Penha y Alemão, en el norte de Río de Janeiro, ha dejado al menos 56 muertos, en lo que ya se considera el operativo más mortífero en la historia de la provincia. Entre los fallecidos hay cuatro policías y 60 criminales, según ha confirmado el Gobernador de Río de Janeiro, Cláudio Castro.

El despliegue, que sigue activo a esta hora, tiene como objetivo desarticular células del Comando Vermelho, una de las facciones criminales más poderosas de Brasil, dedicada al tráfico de drogas y armas. El grupo surgió en 1979 en una cárcel de Río y se ha expandido a otros estados en los últimos años.

Las escenas registradas por vecinos muestran un auténtico escenario de guerra: viviendas en llamas, columnas de humo en varios barrios y cortes de tráfico en las principales vías que rodean las favelas. Los enfrentamientos se intensificaron cuando los criminales utilizaron drones no tripulados cargados con explosivos, que fueron lanzados contra los agentes de la fuerza especial Core, provocando una masacre.

El operativo, bautizado como "Contención", ha movilizado a más de 2.500 agentes para ejecutar 100 órdenes de arresto. Las universidades del este de Río han suspendido las clases y el transporte público ha sido interrumpido por motivos de seguridad.

El gobernador de Río, Cláudio Castro, del partido de Jair Bolsonaro, ha pedido ayuda a las Fuerzas Armadas, asegurando que "es una guerra que nada tiene que ver con la seguridad urbana" y que el Estado necesita apoyo para enfrentar el avance del crimen organizado.