Checo Pérez, sobre lo difícil que es pilotar en Red Bull: "Nadie sobrevive ahí. Estar con Verstappen es muy complicado"

Sergio 'Checo' Pérez se prepara para regresar a la Fórmula 1 el próximo año, esta vez bajo el proyecto de Cadillac. Pero antes de iniciar esa nueva etapa, el mexicano ha querido mirar hacia atrás y reflexionar sobre sus años en Red Bull, un periodo intenso que compartió con Max Verstappen entre 2021 y 2024. Fueron los años en los que el neerlandés alcanzó su mejor nivel, encadenando títulos y dominando el campeonato con una contundencia que dejó muy poco espacio para el lucimiento de quien tenía el asiento de al lado. Pérez terminó siendo reemplazado, y lo irónico es que ninguno de los pilotos que han llegado después ha conseguido mejorar el escenario.

En una entrevista con SkySports, Checo fue claro y directo: "Ningún piloto sobreviviría ahí", dijo sin rodeos. "Podría contarte tantas cosas… pero, básicamente, es un trabajo complicadísimo para un piloto". No hablaba desde el resentimiento, sino desde la experiencia de quien conoce las paredes internas del equipo que vive obsesionado por ganar.

"Pobre del que venga después de mí"

Añadió algo aún más revelador: "Da igual que traigas a Hamilton o a Leclerc. Todos tendrían serios problemas". Pérez evitó cargar contra los pilotos que ahora ocupan el garaje de Red Bull. Al contrario, mostró empatía: "He estado ahí. Sé exactamente por lo que están pasando. Cuando firmé mi salida pensé: 'Pobre del que venga después'".

La razón principal, según él, es simple y a la vez determinante: el coche está construido para Max Verstappen. "Hay que adaptarse constantemente a sus necesidades; así de simple", explicó. El monoplaza se ajusta a su pilotaje, a su manejo agresivo, a su sensibilidad en las curvas, dejando a cualquiera que comparta equipo en una constante carrera de adaptación. "Es muy difícil pilotar con Max como compañero. Pero ser compañero de Max en Red Bull es algo que mucha gente no entiende", remató.

Isack Hadjar favorito a ascender en 2026

Y la historia parece repetirse. Ahora es Yuki Tsunoda quien afronta ese desafío, aunque ya suena con fuerza el nombre de Isack Hadjar para ascender en 2026 y ocupar el asiento que tantas veces ha cambiado de dueño.

Lo cierto es que pocos han estado tanto tiempo al lado del tetracampeón como Checo: cuatro años, más que nadie en esta era dominada por Verstappen. Y cuatro años que confirman algo evidente: compartir escudería con el piloto más dominante de su generación no solo exige talento, sino también una fortaleza mental que, para muchos, resulta insostenible.