El megaestadio saudí del Mundial de 2034 genera muchas dudas: "¿Cuántos ascensores harán falta para que no haya colas interminables al salir?"
La idea sería crear un estadio suspendido en lo alto de un rascacielos y que estuviera dotado de avances tecnológicos que hasta hace poco pertenecían al terreno de la ciencia ficción
Imágenes por IA del NEOM Sky Stadium
A nueve años vista, Arabia Saudí ya trabaja para que el Mundial de 2034 no sea simplemente un torneo de fútbol, sino una declaración de intenciones ante el mundo. Tras Qatar 2022, el país se convertirá en el segundo Estado de Oriente Medio en acoger la gran cita global. Y pretende hacerlo dejando huella. No bastan estadios nuevos: se quiere redefinir el concepto mismo de estadio.
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El proyecto más audaz lleva un nombre que parece sacado de la ciencia ficción: NEOM Sky Stadium. Un campo de fútbol suspendido a 350 metros de altura, en la cima de un rascacielos, capaz de albergar a 46.000 espectadores. Un coloso elevado hacia el cielo, alimentado por energía solar y eólica, pensado para partidos desde la fase de grupos hasta los cuartos de final. La construcción está prevista para comenzar entre 2026 y 2027, con una inauguración marcada en el calendario para 2032, justo a tiempo para el Mundial de 48 selecciones.
Busca "revolucionar nuestra civilización"
El estadio formaría parte del megaproyecto Neom, una ciudad futurista levantada desde cero en el desierto, respaldada por el capital de las grandes petroleras del país. Neom no es solo urbanismo: es la visión del príncipe heredero Mohammed bin Salmán de crear una "nueva Europa" y "revolucionar nuestra civilización". Una obra valorada en 1,5 billones de dólares, destinada a cambiar de raíz la economía saudí, que hasta ahora ha dependido casi en exclusiva del petróleo.
Mientras tanto, el club que habitará esta futura ciudad, el Neom SC, ya existe. Y su historia es tan particular como el proyecto al que pertenece. En lugar de cobrar entradas, paga a sus aficionados 11 dólares por asistir y animar. Todo se coordina con mensajes en grupos de WhatsApp. Es fútbol en estado experimental, una especie de prólogo a la gran obra que está por venir. En el Neom hay jugadores reconocibles como Lacazatte o Doucouré. Incuso, el francés Bouabré (19 años), una de las grandes revelaciones del Mundial Sub-20, juega en este club.
"¿Qué pasa si alguien chuta la pelota fuera?"
Sin embargo, el entusiasmo arquitectónico también ha despertado preguntas muy coherentes. Albert Bermúdez, en El Bar de Sique, planteó una serie de dudas que resuenan con humor, pero también con algo de sensatez:
-¿Cuántos ascensores harán falta para que no haya colas interminables al salir?
-¿Qué pasa si alguien chuta la pelota fuera? ¿Pondrán una red gigante envolviendo el estadio?
Las maquetas -generadas por inteligencia artificial- muestran un estadio suspendido como un mirador monumental, rodeado de desierto, mar y líneas futuristas. Es un gesto al futuro. O un desafío a la lógica. Quizá ambas cosas.
Arabia Saudí quiere que el mundo recuerde el Mundial de 2034 no solo por los goles, ni por las estrellas, ni por el espectáculo. Quiere que se recuerde por la sensación de estar viviendo algo que, hasta hace muy poco, parecíamos incapaces siquiera de imaginar. Veremos si finalmente sus pretensiones se hacen realidad.

Marcos Gómez-Díaz
Periodista deportivo en la Cadena SER, con una pasión inagotable por el fútbol y su capacidad para emocionar....




