Marc Amorós desmonta los bulos sobre la DANA: "El problema no es creer en las mentiras, sino dejar de creer en la verdad"
Un año después de la DANA, el periodista alerta de que los algoritmos de recomendación siguen propagando teorías falsas en redes sociales

Valencia - Voluntarios caminan por el barro en la calle mientras el área se recupera de las inundaciones generalizadas por la DANA / David Ramos

Madrid
Un año después de la DANA, que dejó 237 muertos en Valencia, Málaga, Albacete y Cuenca, la desinformación sigue viva en YouTube y TikTok. Marc Amorós denuncia en La Ventana que cientos de vídeos aún difunden teorías falsas sobre las causas del desastre y que las plataformas no advierten a los usuarios de su falsedad. Un nuevo estudio demuestra que la desinformación no solo se propaga con facilidad, sino que ha aumentado la desconfianza general hacia la información veraz.
Las teorías falsas que arrasan tras la DANA
Las narrativas más virales culpan de las inundaciones a la demolición de presas o a supuestas manipulaciones artificiales del clima. En YouTube y TikTok circulan vídeos que acusan a Marruecos de "provocar" las lluvias con una máquina para controlar el tiempo o aseguran que las riadas fueron consecuencia de la destrucción de embalses. Ninguno de estos contenidos incluye advertencias ni etiquetas que indiquen su falsedad.
"El estudio demuestra que estos vídeos se viralizan porque los algoritmos premian la interacción, no la verdad", subraya Amorós. Según el informe, los vídeos desinformadores sobre la DANA alcanzan 21.000 reproducciones de media en YouTube, cuatro veces más que el contenido habitual, y superan las 32.000 en TikTok.
Los algoritmos, aliados del engaño
El análisis concluye que niveles tan altos de visualización "son imposibles sin la ayuda algorítmica". Los vídeos relacionados con desinformación, tanto los que la difunden como los que la combaten, tienen un 48 % más de 'me gusta', un 123 % más de comentarios y, en el caso de TikTok, se comparten un 85 % más que el resto de contenidos sobre la DANA.
Amorós sostiene que las plataformas "están potenciando sin querer los mensajes falsos", porque los algoritmos se basan en lo que genera más reacción. "Sin esa ayuda automatizada, estos vídeos nunca alcanzarían semejante visibilidad", afirma.
La desconfianza, una nueva forma de desinformación
Un segundo estudio citado por Amorós advierte de un fenómeno paralelo: la creciente desconfianza hacia las noticias reales. Los datos muestran que la gente es más hábil identificando las noticias falsas que reconociendo las verdaderas. "El problema no es que creamos en los bulos, sino que empezamos a no creer en la información real", explica.
El sesgo de confirmación, la tendencia a creer solo en aquello que coincide con las propias ideas, agrava el problema, especialmente en el ámbito político. "Las fake news no solo distorsionan los hechos, también erosionan nuestra confianza en lo que es verdad", resume Amorós.




