Jasikevicius, incrédulo con su equipo tras perder contra el Real Madrid: "Me da igual el baloncesto en este punto"

La Euroliga avanza y uno de sus gigantes parece haber olvidado quién es. El Fenerbahçe, vigente campeón, ha iniciado la temporada con un derrape inesperado: tres victorias, cinco derrotas, y la sensación de que el viejo coloso turco se ha quedado sin diccionario para explicar su juego. Ocupa la 17ª posición tras ocho jornadas y, más preocupante aún, transmite una imagen irreconocible.

El viaje a España se ha convertido en un vía crucis para ellos: el Valencia ejecutó una exhibición de ritmo y dureza, y el Real Madrid -que llegaba bajo sospecha tras varios tropiezos- no tuvo piedad. A mitad del encuentro en el WiZink, el marcador ya era una sentencia: Fenerbahçe perdía por 27 y su alma parecía haberse quedado en el vestuario.

"Quiero saber si tenemos buenas personas"

Sarunas Jasikevicius, el mismo que el curso pasado dirigió la conquista con pulso firme, mira ahora a su plantilla con una mezcla de frustración y desconcierto. El verano se llevó piezas fundamentales, y ninguna tan decisiva como Nigel Hayes-Davis, seducido por la NBA y los Suns. Los fichajes aún no han encajado, las lesiones han aparecido cuando menos convenía, y el engranaje colectivo parece oxidado.

Al descanso de la paliza en Madrid, Saras no hablaba de sistemas, ni de porcentajes, ni de rebotes. Hablaba de algo más básico: "Ahora mismo me da igual el baloncesto. Quiero saber si tenemos buenas personas en el vestuario. No estamos actuando como tal".

"No estamos rindiendo a la altura del escudo"

Más tarde, ya en sala de prensa, elevó el diagnóstico: "Si quieres ser campeón, tienes que comportarte como campeón cada día. Pensé que íbamos a reaccionar, pero en cuanto algo salió mal, el equipo se vino abajo. Esto no les pasa a los buenos profesionales. Estamos jugando como si fuese la primera semana juntos, y no lo es. No estamos rindiendo a la altura del escudo".

El mensaje fue duro, directo y visible incluso en su tono corporal: Fenerbahçe no ha asimilado el éxito. El trofeo europeo todavía brilla en la vitrina, pero la mentalidad que lo consiguió está lejos de aparecer.

"Alex Len nos dará presencia y competitividad"

Mientras tanto, en el otro banquillo, el Real Madrid, por su parte, recuperó pulso en una noche donde el Movistar Arena sonó a alivio. Sergio Scariolo, consciente de la irregularidad reciente fuera de casa, valoró el triunfo sin estridencias: "Cuando respetamos las normas, defendemos juntos y jugamos con disciplina, somos un equipo de altísimo nivel".

El técnico italiano también explicó la incorporación de Alex Len, el pívot ucraniano recién llegado: "Es un jugador inteligente, con pasaporte que nos permite ajustar sin complicaciones. Nos dará presencia en la pintura y competitividad real en el puesto".

La Euroliga no espera. La temporada es larga, sí, pero las inercias son peligrosas. Fenerbahçe no pierde sólo partidos: pierde identidad. Y Saras lo sabe. Por ahora, el balón es lo de menos. Lo urgente ocurre dentro del vestuario. Porque para defender una corona, lo primero es comportarse como quien la lleva puesta.