La psiquiatra que sacó de quicio a Hitchcock: así fue el rodaje más tenso de su carrera
El director contó con la ayuda de una psiquiatra que dominaba el psicoanálisis, pero parece que el cineasta no acabó conforme

La psiquiatra que sacó de quicio a Hitchcock: así fue el rodaje más tenso de su carrera
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Madrid
En este nuevo episodio de Sucedió Una Noche nos trasladamos al cine de los años 40, una época dominada por el cineasta estadounidense Alfred Hitchcock, encargado de la dirección de la película Recuerda, una película que entremezcla suspense, romance y psicoanálisis, a través de sus dos protagonistas, Ingrid Bergman y Gregory Peck.
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Recuerda nos narra la historia de una psiquiatra que mantiene una gran admiración al nuevo director de su centro médico, pero tras su llegada, la doctora, experta en psicoanálisis, comienza a detectar varios signos un trauma oculto en su nuevo jefe.
La idea de este gran filme surge a partir de los problemas personales y la depresión que padecía el productor de la película David O. Selznick. Fue tanto el estrés que acumuló este durante los rodajes de películas tan trabajadas como Lo que el viento se llevó, que Selznick vio su salud mental muy mermada y decidió acudir a la consulta de una psiquiatra.
La psiquiatra que empeoró la cabeza de Hitchcock
La especialista que trató al productor de Recuerda decidió aplicar sobre su paciente la famosa teoría del psicoanalismo, corriente de la psicología encabezada por el austriaco Sigmund Freud. Esta teoría afirma que es el inconsciente el principal encargado del comportamiento del ser humano.
Cuando Alfred Hitchcock le propuso el rodaje de esta película a Selznick, el productor vio con buenos ojos el proyecto, pero al observar que se trataba el tema del psicoanálisis, no quiso perder la oportunidad de establecer un requisito inamovible para financiar esta película.
Selznick obligó a Hitchcock a incluir a su psiquiatra, experta en psicoanálisis, como miembro del equipo y como encargada de la visión especialista del argumento del filme. El maestro del suspense estadounidense aceptó sin dudarlo, pero tras el comienzo de la grabación se arrepintió de este trato. La presencia de la doctora fue un constante quebradero de cabeza para el cineasta, ya que esta no dejaba de hacer cambios en el guion del proyecto.




