Carlos Boyero: "En mi experiencia, la autoridad implica abuso, violencia y poder contra el débil"

Madrid

El crítico de cine Carlos Boyero se ha pasado por los micrófonos de Por el principio para charlar con Ángeles Oliva y Toña Medina, y ha profundizado en ciertos aspectos de su vida personal que le han marcado y siguen influyendo en él actualmente, como su infancia y su familia.

Los primeros años de Boyero no fueron especialmente fáciles ni comunes, al igual que la relación que tenía con su padre, que era una persona violenta y que trataba con desprecio a las mujeres de la familia, incluyendo a la madre de Boyero.

El padre del crítico decidió meterle en un internado religioso con 10 años y fue una experiencia que marcaría para siempre la vida de Boyero. Al ser hijo, sobrino y nieto único, su padre pensaba que necesitaba mano firme para hacerse un hombre.

En este lugar vivió unos años de violencia, represión y castigos que Carlos siente que le deseducaron para siempre. El crítico recuerda aquella experiencia como algo "repugnante". "No fui un niño especialmente piadoso, pero bueno, iba a misa, me confesaba y creía o me hacían creer que existía un Dios", relata Boyero.

"Los primeros años en el internado fueron, por una parte, como un miedo tremendo de separarme de mi madre, esa desprotección", confiesa el crítico, que prosigue explicando que allí se despertó en él un sentimiento que sigue teniendo a día de hoy.

"Allí descubrí algo por lo que sigo sintiendo una desconfianza o un asco notable, que es la autoridad. En mi experiencia vital, la autoridad implica abuso, violencia y ejercer poder contra el débil", explica Boyero. "Igual hay autoridades que funcionan muy bien, pero mi desconfianza, ahora que tengo 72 años, sigue. Me reboto mucho con eso de la autoridad", comenta el crítico.