Carlos Boyero: "Mi padre era muy guapo, pero ciclotímico, inseguro y violento"

Carlos Boyero, uno de los críticos de cine más reconocidos en España, ha compartido en el podcast Por el principio de la Cadena SER una mirada íntima y doloroso de su infancia, marcada por el amor incondicional de su madre y el carácter imprevisible de su padre. "Era muy guapo, como muy elegante", recuerda Boyero sobre Manuel Sánchez, maestro de primaria y luego director de escuela. Pero tras esa apariencia, se escondía un hombre "ciclotímico, inseguro y violento".

El crítico no oculta el maltrato que presenció en casa: "Tengo imágenes de maltrato verbal, y alguno físico. El griterío, el no saber en función de cómo le había ido el día". Su padre trataba con desprecio a las mujeres de la familia, a quienes llamaba "plebeyas", una palabra que Boyero considera "la más odiosa" que recuerda. "Él era como un señorito", dice, y sospecha que el matrimonio con su madre fue más una imposición social que una decisión libre.

Boyero se crio en un entorno donde la autoridad se ejercía con violencia, tanto en casa como en el internado religioso al que fue enviado con solo diez años. "La autoridad implica abuso, implica violencia, ejercer el poder contra el débil", afirma. En ese contexto, el cine y los libros se convirtieron en su refugio, en una vía de escape frente a la represión y el miedo.

A pesar de todo, Boyero conserva el recuerdo luminoso de su madre, Antonia, y de su tía Consuelo, figuras protectoras que le ofrecieron amor y ternura. “Creo en la bondad natural”, dice, “y ellas la tenían”. Durante catorce años, cuidó de ambas cuando enfermaron de Alzheimer, devolviendo con dedicación el cariño que recibió de niño.