Intrahistoria de una dimisión: Mazón le dijo el jueves a Feijóo que no podía más

Madrid

Tras meses surfeando la crisis por control remoto y oteándola desde Madrid el miércoles pasado, Alberto Núñez Feijóo pudo testar en vivo y directo, a apenas unas filas de distancia, la situación insostenible en la que llevaba meses sumido su barón valenciano. Los insultos e increpaciones vertidos por las víctimas en el funeral de la DANA quebraron a Carlos Mazón y también la imperturbabilidad de Génova. Acabado el homenaje no hubo más que un breve saludo entre el president y su jefe directo, pero lo que no tuvieron tiempo de decirse a la cara se lo dijeron luego por teléfono.

Apenas 24 horas después, en la tarde del jueves el president tiró de móvil y marcó el número de Feijóo para comunicarle que no podía más, que todo lo ocurrido estaba llevándole al límite a él y sobre todo a su familia y que estaba preparado para dar un paso a un lado porque ya no se veía con fuerzas para seguir; "es la primera vez que lo verbaliza, que pone su cargo a disposición y a partir de ese momento se acelera un proceso que inicialmente tenía otros tiempos, pero una vez que una persona de ese perfil dice que no puede más, no se puede prolongar esa decisión", revelan fuentes de Génova.

Lo cierto es que según cuentan esas mismas voces, Mazón y Feijóo tenían agendada una reunión para el próximo viernes siete de noviembre. Era un encuentro para hablar de la situación en la Comunidad Valenciana y en él Feijóo barajaba la posibilidad de comunicarle a su presidente autonómico que la decisión de que no repitiera como cabeza de cartel llevaba tiempo tomada. Esa reunión ya no se celebrará porque Mazón se adelantó.

A partir de la pájara del barón se sucedieron los contactos. Presidente y president volvieron a hablar el viernes; el sábado creció de forma exponencial el ruido de sables en el PP de la Comunidad Valenciana y el domingo se sucedieron de nuevo las llamadas entre Génova y Valencia para tratar de orquestar una salida ordenada. Fue Mazón, según Génova, el que pidió anunciar su decisión el lunes y los términos de la misma.

Génova, al tanto del discurso

En la nave nodriza del PP conocían las líneas maestras del discurso de Carlos Mazón y avalan algunas de sus decisiones, empezando por su renuncia a entregar el acta: "Recordamos que el acta es personal, él ha comentado que quiere seguir como diputado y recordamos que Carlos no está imputado". Hablan en Génova de un discurso "complicado de pronunciar" y entienden que haya puesto el foco en que "él da un paso que otros no dan". Las mismas fuentes dicen una frase lapidaria que, aunque dirigida al Gobierno de Sánchez, también deja tocado al barón: "En otros partidos la incompetencia no tiene consecuencias, en este, sí". Los populares rompen una lanza por su todavía jefe de filas en Valencia y recuerdan que la salud es lo primero reflexionando que "hemos normalizado a los superhombres y lo normal es que la gente quiebre, pero lo de la salud mental nos deja de importar cuando le pasa a los rivales".

Sobre que Mazón no haya formalizado en primera instancia su decisión oficializando su dimisión en el puente de mando popular creen que lo lógico era mirar primero con detenimiento el calendario y empezar a hablar con Vox y la presidencia de Les Corts. La negociación con los de Abascal está en sus compases iniciales y empezará en Valencia con el tutelaje directo de Génova 13: "Vox no pone al presidente, el presidente lo elige el PP y ellos verán si lo votan o no, pero es cierto que la dependencia de ellos es total, como lo es en otros territorios", lamentan en el entorno del líder popular. De momento los líderes nacionales de derecha y ultraderecha no se han llamado para hablar de todo lo ocurrido aunque Feijóo ya hizo una apelación directa desde los micrófonos para pedir que "los partidos que sostienen al gobierno autonómico estén a al altura y actúen con responsabilidad" para que faciliten "cuanto antes" la elección de un nuevo presidente.

En la dirección de los populares no han sentado bien los movimientos que se han hecho en la Comunidad Valenciana para aupar al presidente de la diputación de Valencia, Vicente Mompó. Recuerdan que no estamos aún en un escenario electoral, que el futuro del partido no se abordará hasta que se consume el relevo en la Generalitat y que en ese caso la decisión tendría que tomarla en última instancia Feijóo. También niegan los rumores que apuntan a que la candidata favorita de Génova es la alcaldesa de Valencia, María José Catalá; "afrontar el relevo de dos personas es peor que afrontar el de una y ahora tenemos que centrarnos en el de Carlos que no es poca cosa".

No querrían en Génova unas elecciones que "supondrían dos meses de campaña y otros dos meses de parálisis hasta la formación del nuevo Gobierno y no está ahora Valencia para andar pendiente de pactómetros y eslóganes electorales". Si al final se acaba en un escenario electoral en el PP defiende que ellos tratarán de endosarle las culpas a Abascal; "igual que hemos explicado el adelanto en Extremadura, si hay que ir a elecciones en la Comunidad Valenciana explicaremos de quién es la culpa, pero esperamos que Vox respete los acuerdos que se firmaron hace apenas unos meses".

No desvelan si esta decisión de interinidad hasta 2027 es la que ellos deseaban, pero sí justifican su lentitud para provocar el relevo de Mazón: "entendíamos que en el aniversario era el momento de hacer balance, leemos la prensa y somos conscientes del desgaste social, sentimental y demoscópico, pero no queríamos endosarle inestabilidad extra a Valencia". Esa inestabilidad ya es un hecho, la salida de Mazón genera nuevos problemas y en las próximas semanas el teléfono de Feijóo va a tener que hacer horas extras si el jefe popular quiere evitar una nueva convocatoria electoral.