"Se ha desintegrado en dos meses": documentan el retroceso más rápido de un glaciar de la historia moderna

El glaciar Hektoria, en la costa este de la Península Antártica, está perdiendo hielo desde finales del siglo XX a causa del cambio climático. En los 90 del siglo pasado el frente del glaciar se mantenía "relativamente estable". A partir de 1995, se hundió la plataforma de hielo Larsen A -al norte del glaciar- y eso provocó los primeros cambios, desestabilizando esta enorme masa de hielo. A partir de 2002, colapsó la plataforma Larsen B, que lo sostenía parcialmente, lo que provocó un aceleramiento drástico del proceso.

A partir de ese momento, los satélites que lo monitorizan han ido viendo cómo perdía metro a metro en pocos años.

El estudio que publica Nature le da una nueva vuelta de tuerca al tema: "El Hektoria perdió ocho kilómetros de hielo en dos meses", empieza el trabajo que firma en la prestigiosa revista científica Naomi Ochwat, de la Universidad de Colorado Boulder. "Cuando sobrevolamos el Hektoria a principios de 2024, no podía creer la inmensidad del área que había colapsado", ha dicho.

Según los autores "el Hektoria es pequeño para los estándares antárticos —solo tiene unos 300 kilómetros cuadrados—, pero un retroceso igual de rápido en glaciares antárticos de mayor tamaño podría tener consecuencias catastróficas para el aumento del nivel del mar a escala global.

Un descubrimiento casual

El equipo de investigación ha estudiado el área que rodea al glaciar con satélites y teledetección mientras llevaban a cabo el análisis de otro glaciar. De hecho, querían comprender por qué el hielo marino se había desprendido de un glaciar diez años después del colapso de otra plataforma de hielo en 2002. Mientras analizaba los resultados de ese primer estudio, la científica notó datos que indicaban que el Hektoria prácticamente había desaparecido en un período de dos meses. A partir de ese momento trató de entender por qué había retrocedido tan rápido.

La realidad es que muchos glaciares de la Antártida son "glaciares de marea". Se llama así a los que descansan sobre el lecho marino y terminan en el océano. En ese punto de contacto desprenden, de forma habitual, icebergs.

Estos glaciares pueden encontrarse sobre cañones, montañas subterráneas o grandes llanuras. En el caso del Hektoria, el glaciar se asentaba sobre una llanura de hielo, un área plana de roca congelada bajo el nivel del mar.

Cuando los glaciares de marea entran en contacto con el océano, pueden comenzar a flotar, es decir, dejan de apoyarse sobre el fondo y se mantienen sobre la superficie del mar. El punto en que un glaciar empieza a flotar se llama línea de apoyo o línea de flotación (grounding line).

La llanura de hielo que tiene debajo el Hektoria hizo que una gran parte del glaciar comenzara a flotar sobre el agua "más cálida de lo normal", provocando un rápido desprendimiento. Al flotar, el glaciar entró en una reacción en cadena: "quedó expuesto a las fuerzas del océano, que abrieron grietas desde su base. Y estas grietas acabaron encontrándose con las que se formaban desde la superficie, lo que causó que el glaciar entero se fracturara y se desprendiera".

Implicación en otros glaciares

Los autores recuerdan que se han detectado topografías de llanura de hielo similares a las del Hektoria en numerosos glaciares de la Antártida. Por eso la investigación sobre este glaciar "desintegrado" les ayudará a anticipar y pronosticar otros posibles retrocesos rápidos en todo el continente.

"Este tipo de retroceso tan veloz cambia por completo lo que creíamos posible para otros glaciares más grandes del continente", aseguran. "Si las mismas condiciones se presentan en otras zonas, podrían acelerar enormemente el aumento del nivel del mar proveniente de la Antártida", alertan.