La pesadilla de Martha Caballero: "Yo no fui a tu habitación a mirarte"
Durante dos años, la creadora de contenidos de true crime convivió con un miedo tras una experiencia que marcó su forma de dormir
La pesadilla de Martha Caballero que derivó en sus terrores nocturnos: "Yo no fui a tu habitación a mirarte"
Durante años, Martha Caballero convivió con un miedo paralizante que se activaba cada noche, justo en el momento de cerrar los ojos. Lo que comenzó como una pesadilla vívida, la visión de una figura oscura que la observaba desde su habitación, se convirtió en un episodio traumático que derivó en terrores nocturnos. "Una noche sentí que alguien estaba en mi cuarto, una sombra alargada que me miraba. Por la mañana le dije a mi madre: '¿Por qué estabas en mi habitación mirándome?' Y ella me respondió: 'Yo no fui a tu habitación a mirarte'. Me cagué", recuerda.
Ese episodio marcó el inicio de una etapa en la que dormir se convirtió en una batalla diaria contra el pánico. "Era como si algo me acechara. Me escondía bajo las mantas como si fueran una protección mágica. No gritaba, no lloraba, pero el miedo me paralizaba", relata. Martha vivía con la sensación de que una presencia invisible podía atacarla en cualquier momento, aunque nunca llegaba a hacerlo. "Era como si hubiese un asesino en la habitación, pero no era alguien real. Era un ente, una sombra, algo que no podía explicar".
El miedo no venía de los crímenes que ella misma narra en sus podcasts de true crime, ni de los asesinos que describe con detalle. "A mí los asesinos no me dan miedo. Lo que me aterraba era esa presencia que no sabía si existía, pero que sentía como real". El terror nocturno, explica, no es una pesadilla ni un mal sueño. Es una sensación física, un estado de alerta que se activa sin previo aviso y que puede durar horas.
Martha vivió así durante dos años. Cada noche era una repetición del mismo ritual: acostarse, sentir el acecho, paralizarse, esperar a que el miedo se disipara por agotamiento. "Me daba vergüenza contarlo. Empezó cuando vivía con mis padres, tenía unos 18 o 20 años. No sabía cómo explicarlo sin parecer loca".
El origen de ese miedo, según la psicóloga Débora Murcia, podría estar en el contexto religioso en el que creció Martha. "Fue testigo de Jehová, y en ese entorno los demonios se presentan como una amenaza real. Eso genera un trauma que puede manifestarse años después en forma de terrores nocturnos", explica. La figura que Martha vio aquella noche —una sombra que la observaba en silencio— pudo haber sido una proyección de ese miedo aprendido.
Hoy, Martha ha superado ese episodio. Duerme bien, aunque mantiene rituales que le dan seguridad: "No puedo dormir con la oreja fuera de la manta. Es como si algo pudiera susurrarme ‘bú’ y me muero del susto”. También duerme con sus perros, que le transmiten tranquilidad. "No sé por qué se me fue el miedo. Supongo que fue desapareciendo poco a poco. Ahora me encanta todo lo que tiene que ver con el terror, aunque nunca haría una ouija".
Me pasa una cosa 2x05 | Martha Caballero sufre terrores nocturnos