La Policía tumba la primera app detectada en España para traficar con pornografía infantil

Perseguir a los adictos al material de abuso sexual infantil no es sencillo. Se esconden tras identidades anónimas. Pululan en la Dark Web para pasar desapercibidos. Y suelen desconfiar de quienes tratan de penetrar en sus círculos de confianza. Aun así, dejan rastros. Esas pequeñas pistas son escudriñadas por los investigadores de los tres Grupos de Protección al Menor de la Unidad Central de Ciberdelincuencia de la Policía Nacional. Estos agentes han visto casi de todo, pero nunca antes se habían encontrado con una aplicación diseñada “por y para la distribución de pornografía infantil”, según han avanzado a la SER fuentes policiales.

La app, llamada Mundo Capax, funcionaba en los teléfonos Android y Apple como un espacio cerrado de intercambio de archivos y mensajería instantánea, diseñado para el tráfico de imágenes sexuales con menores de edad. “Es la primera vez que se ha descubierto una aplicada dedicada en exclusivamente para el tráfico de explotación sexual infantil. Es importante porque esto demuestra que estos delincuentes ya no usan solo canales generalistas para traficar, sino que han creado su propia app como un canal propio y restringido solo para ellos”, relata a la SER el subinspector del Grupo de Protección al Menor de la Unidad Central de Ciberdelincuencia de la Policía Nacional, Eduardo Casas.

Hasta ahora, lo más habitual es que los pedófilos recurriesen a plataformas como Telegram o Discord, pero el salto cualitativo es preocupante. "Es la primera vez que se crea ex profeso un sistema propio para utilizarlo en el móvil", advierte este representante español del Grupo de Crímenes Contra Niños (CAC) de Interpol. "La mayoría de estas plataformas intentan combatir activamente este tráfico. El problema es cuando hay plataformas con encriptación de extremo a extremo, los sistemas automáticos no consiguen ver lo que hay en el interior".

El origen en Tarragona

Los agentes de la Unidad Central de Ciberdelincuencia localizaron la aplicación gracias a una investigación conjunta con el Grupo de Crímenes Contra Niños (CAC) de Interpol. Las primeras averiguaciones llevaron hasta una empresa ubicada en Tarragona especializada en el diseño de apps. Los dueños de la compañía ignoraba que su herramienta para el intercambio de archivos y mensajería instantánea había sido reconvertida para traficar con pornografía infantil. “La empresa desconocía el uso fraudulento que se estaba haciendo de la aplicación que había generado. La empresa no tiene nada que ver, de hecho, colaboró desde el primer momento y ya está tomando medidas para que no vuelva a pasar”, apunta este subinspector que ha participado directamente en esta operación.

El ideólogo de la aplicación está en Bolivia. La Policía Nacional ya ha informado a las autoridades bolivianas para que sepan quién estaba detrás de esa app que funcionaba con un mecanismo muy básico. “Era completamente gratis. Solo tenías que descargarla, acceder en Android o Apple y empezar a funcionar, sin más. Tenía una zona de chat, un área de intercambio y también un espacio de almacenamiento”, detalla Eduardo Casas.

Más de 400 de usuarios pedófilos

Los pedófilos que estaban detrás de esta aplicación se cuidaron mucho para no ser cazados. Con el objetivo de enmascarar sus hábitos utilizaban diferentes direcciones IP, además, la aplicación no pedía ningún dato para guardar en el registro. Pero lo que no esperaban estos depredadores sexuales es que la Policía Nacional iba a tener acceso al servidor que almacenó todo el registro del tráfico de IP de quienes accedían a la aplicación. “Gracias a un mandamiento judicial pudimos intervenir todas las comunicaciones en ese foro, así pudimos saber que había gente que por motivos de seguridad nunca accedía con el mismo nombre de usuario, lo cambiaban para intentar dificultar la labor policial”. Esa información permitió trazar el alcance global de la red y observar cómo en pocos días que el volumen de personas que traficaban con material sexual infantil era muy elevado. “El volumen de acceso altísimo, dejaban marcas cada vez que accedía, eso nos permitió saber que desde España había cerca de 400 usuarios que utilizaban esta aplicación”.

Antes de que esta red de intercambio de explotación sexual infantil fuese a más, se decidió ordenar el cierre definitivo de la aplicación. El siguiente paso fue localizar y detener a los traficantes de este material sexual con menores.

Grababa a sus propias hijastras

Durante tres años, los agentes del Grupo de Protección al Menor han rastreado los rincones más oscuros, a través de una minuciosa investigación dedicada a analizar cada detalle para reconstruir los hábitos de navegación de quienes accedían a esta plataforma. Ese trabajo les permitió diferenciar entre quienes subían contenidos de aquellos que solo los visualizaban.

La Policía Nacional da por cerrada la operación 'Capax' en la que se ha detenido un total de 28 personas, en una macroinvestigación todo el país con detenidos en Madrid, Alcalá de Henares, Alcobendas, Valdemoro, Toledo, Santa Cruz de Tenerife, Salamanca, Santander, San Sebastián, Vizcaya, Sabadell, Barcelona, San Adriá de Besós, Sevilla, Pontevedra, Huelva, Viveiro (Lugo), Valencia y Ponferrada (León).

El caso más grave ocurrió en Valdemoro (Madrid) donde se ha detenido a un hombre que vivía junto a su pareja actual y sus hijastras. En el examen superficial sobre su teléfono, los agentes no encontraron ningún contenido sexual con menores. La sorpresa vino después. Los especialistas en desencriptar la información de los teléfonos móviles encontraron que tenía un sofisticado sistema de ocultación, consiguieron romperlo y encontraron todo tipo de imágenes de explotación sexual infantil descargadas de Internet. Pero guardaba algo más. Tenía una carpeta con vídeos de sus hijastras desnudas - de 8 y 10 años-, a las que grababa mientras se duchaban, "bien al descuido o bien mediante cámaras ocultas". “No solo traficaba, también grababa a sus hijastras, después lo guardaba en sitios muy ocultos. Tenía altas medidas de seguridad para esconder lo más duro que tenía, a través de aplicaciones específicas, pudimos detectar esas aplicaciones camufladas y romper ese bloque de seguridad”, confirma el subinspector Casas. Precisamente, este miércoles, este depredador sexual se sentará en el banquillo de los acusados en el juicio que se va a celebrar en el juzgado de lo penal número 1 de Getafe.

La Policía también ha detenido en la Comunidad de Madrid, en concreto en Alcobendas a un hombre que no solo distribuía abundante pornografía infantil a través de Telegram, sino que, a través de una aplicación, era capaz de acceder a cámaras IP que muchos padres utilizan para vigilar a sus hijos pequeños. Sin ser conscientes de sus vulnerabilidades, podía captar imágenes de los niños desnudos, mientras los vestían.

Otra de las detenciones fue en Arganda del Rey (Madrid), en este caso, un menor que reconoció que tenía imágenes de explotación sexual infantil, pero no para su consumo, sino para traficar con ellas como puerta de entrada para tener acceso a vídeos de tortura, tanto de animales como de personas.

Inicialmente, el caso recayó en el Juzgado de Falset (Tarragona), pero se inhibió en cada uno de los respectivos partidos judiciales, de ahí la complejidad de abordar cada una de las detenciones.

Desde la compañía de Telegram aseguran a la SER que el material de abuso sexual infantil (CSAM) está explícitamente prohibido por los términos de servicio, "dicho contenido se elimina en cuanto se descubre. Los moderadores supervisan proactivamente las áreas públicas de la plataforma y aceptan denuncias para eliminar millones de contenidos dañinos cada día", apuntan.