Principio de acuerdo hacia la neutralidad climática de la UE: los Veintisiete podrán comprar hasta un 5% de créditos de carbono para cumplir el objetivo de emisiones

Bruselas

Los ministros de Medio Ambiente han alcanzado esta madrugada en Bruselas un principio de acuerdo para adoptar el objetivo climático de reducir en un 90% las emisiones contaminantes en 2040 respecto a los niveles de 1990. La propuesta, que aún debe ser ratificada formalmente, incluye nuevas flexibilidades para atraer a los países más reticentes y evitar que el bloque llegue sin una postura común a la Cumbre del Clima de Brasil.

La dicotomía entre la agenda verde y la competitividad ha dividido al bloque comunitario. Aunque una mayoría de capitales respalda el objetivo propuesto por la Comisión Europea, las diferencias sobre el calendario y, sobre todo, sobre cómo alcanzar ese objetivo han sido profundas. El debate se ha centrado en las condiciones que ponen países como Italia, Francia o Polonia, que exigían más margen para cumplir los compromisos climáticos sin perjudicar a sus industrias.

La clave del principio de acuerdo está en la posibilidad de que los Estados miembros puedan externalizar parte del esfuerzo climático mediante la compra de créditos de carbono internacionales. La Comisión proponía inicialmente que hasta un 3% del objetivo pudiera cumplirse con estos créditos, pero la nueva propuesta eleva ese umbral hasta el 5%.

Esto significa que los países podrán compensar hasta cinco puntos porcentuales de sus emisiones mediante proyectos en terceros países, como reforestación o energías renovables, siempre que estén certificados por estándares internacionales.

Esta concesión busca aliviar la carga para las economías más dependientes de sectores intensivos en carbono y facilitar el consenso dentro del bloque. Polonia, por ejemplo, pedía que al menos un 10% del objetivo pudiera cubrirse con créditos, mientras que Italia insistía en que parte del plan fuera financiado por la Unión Europea.

La Unión Europea se juega también su reputación en el liderazgo en la lucha contra el cambio climático en un momento crítico: a unos días de la cumbre Brasil, con Naciones Unidas señalando que los países están muy lejos de cumplir con los acuerdos de París y con Estados Unidos saliéndose de esos acuerdos.

"No hay plan B, hay que alcanzar una postura común", repiten fuentes diplomáticas a la SER. Porque la Unión acude como bloque a la cumbre sobre el clima y necesita una postura común.

Las negociaciones, que se han prolongado durante casi 20 horas, han sido pilotadas por la presidencia danesa. A las 5:00, se presentó una nueva propuesta que ha desbloqueado el consenso. Aunque el acuerdo aún debe ser formalizado, permite a la Unión acudir a la cumbre con una posición común y con un mensaje claro: el compromiso climático sigue firme, aunque con más margen para los Estados.