Junts se despide de ustedes
La decisión del boicot total de Junts no recuperará las masas de aquellos de sus votantes tan radicalizados que ya han decidido pasarse a Aliança Catalana

Madrid
Como nadie les creyó hace diez días, los de Junts dicen que suben su apuesta. Los del partido de Carles Puigdemont aseguran que rompen de verdad, que no votarán nada en el Congreso con el Gobierno. Es lo mismo, pero con mayor dureza aparente. Pero también más patética. Porque muchos seguirán sin creerles, no desde una u otra posición política, en el gobierno o en la oposición, sino porque la decisión del boicot total, para Junts, es simplemente una estupidez.
Supone reiterar su suicidio político, tirar a la papelera lo único que les hacía parecer como útiles para algo: los votos de sus siete diputados, que unos y otros anhelaban. Ahora, auto destruyen además la capacidad de sorprender que era otra de sus palancas políticas. Se apuntan a la irrelevancia. Se afilian al boicot antisistema, más que antiGobierno, igualitos que el Partido Popular, que persiguió a sus dirigentes hasta llevarles a la cárcel; y con Vox, que tiene escrita en su programa la destrucción de la Generalitat de Cataluña y las otras 16 instituciones autonómicas.
Junts perderá así lo que le quedaba del antiguo electorado convergente, incluido el volátil presidente de la patronal Fomento, Josep Sánchez Llibre, que tanto les ha apoyado. Y no recuperarán las masas de aquellos de sus votantes tan radicalizados que ya han decidido pasarse a Aliança Catalana, el partido parafascista y separatista catalán. Porque tampoco son creíbles como activistas en las manifestaciones del Ku-Klux-Klan. Galopan a la nada.

Xavier Vidal-Folch
Periodista de 'EL PAÍS' donde firma columnas y colaborador habitual de la Cadena SER, donde publica...




