Del festín al desierto: España manda en Europa, pero sufre en la Champions

La noche del 6 de noviembre fue una auténtica fiesta para el fútbol español… al menos fuera de la Champions. En la Europa League y la Conference, los clubes de LaLiga ofrecieron una exhibición que recordó tiempos de dominio continental. El Celta, con autoridad, silenció Zagreb con un contundente 0-3; el Betis se impuso con solvencia por 2-0 al Olympique de Lyon; y el Rayo Vallecano firmó la remontada más épica de la jornada: del 0-2 al 3-2 ante el Lech Poznan en una segunda parte que se recordará en Vallecas durante años.

Ocho goles a favor, solo dos en contra. Fútbol ofensivo, convicción y valentía. Claudio Giráldez, Manuel Pellegrini e Íñigo Pérez dibujaron equipos solidarios y con intención clara de mandar. Incluso el Rayo, que al principio sufría para sostener su idea, acabó encontrando premio a través de insistencia y fe.

En Champions solo ganó el Atlético de Madrid

Pero el panorama cambió radicalmente cuando la mirada se elevó hacia la Champions League. El martes, solo el Atlético de Madrid pudo celebrar. El conjunto de Simeone dominó al Saint-Gilloise con un 3-1 autoritario en el Metropolitano, gracias a los tantos de Julián Alvarez, Gallagher y Marcos Llorente. Una victoria contundente, sí… pero también un oasis en medio del desierto europeo.

El Real Madrid salió mal parado de Anfield. El 1-0 frente al Liverpool quedó corto para lo vivido en el césped. Courtois evitó un castigo mayor ante un equipo inglés cómodo, agresivo y superior en el duelo aéreo. El Madrid no controló, no se impuso y apenas fue capaz de respirar.

Ya el miércoles, el Barça, por su parte, logró un empate a tres ante el Brujas que supo más a supervivencia que a punto trabajado. Los de Hansi Flick estuvieron al borde del abismo y respiraron únicamente gracias a un gol belga anulado por falta previa sobre Szczesny.

Siete derrotas en ocho jugados contra la Premier

Tampoco fue la noche del Villarreal, sorprendido por el Pafos. Un 1-0 que dolió tanto como la reflexión posterior de Marcelino: "Nos ha faltado humildad y respeto". Nada más que añadir.

Y en Newcastle, el Athletic Club fue arrollado por arriba. Burn y Joelinton marcaron de cabeza casi sin oposición, como si ejecutaran jugadas ensayadas en un entrenamiento sin defensores. La fragilidad defensiva bilbaína quedó cruelmente expuesta.

El contraste es evidente. En Europa League y Conference, LaLiga manda, compite y convence. Hay identidad, automatismos y nivel técnico. En cambio, en la Champions, los errores se pagan y la diferencia de intensidad -y músculo económico- de los clubes ingleses se hace notar. De los últimos ocho partidos en la máxima competición, solo una victoria española. En la segunda línea europea, sigue luciendo el sol. En el gran escaparate, la tormenta amenaza.