El mecanismo psicológico que explica la deriva de Junts y las derechas: "Siento usarlo a esta hora de la mañana"

Madrid

El Gobierno respondió con "mano tendida" al anuncio de Junts de bloquear la legislatura oponiéndose a todas sus iniciativas legislativas. En un mensaje a los medios, el Ejecutivo subrayó que "cumple con sus compromisos" y negó las acusaciones de incumplimiento lanzadas por la portavoz de Junts en el Congreso, Míriam Nogueras. "Mano tendida, siempre", reiteró el Gobierno, que busca rebajar la tensión tras el movimiento de los independentistas catalanes.

Junts anunció poco antes que presentará enmiendas a la totalidad a todas las normas impulsadas por el Ejecutivo, tanto las que ya están en tramitación como las que lleguen a la Cámara Baja en adelante. "Por tanto, la legislatura de Pedro Sánchez queda bloqueada", afirmó Nogueras. Mientras tanto, el PP aprovechó la situación para exigir la convocatoria de elecciones generales, aunque por ahora evita pronunciarse sobre la posibilidad de una moción de censura.

Durante su intervención en El Abierto de Hoy por Hoy, Gonzalo Velasco ha calificado la postura de Junts como "una posición de la antipolítica", y ha extendido esa misma lógica al Partido Popular: "Quien no tiene una propuesta clara, no tiene un objetivo político, ni siquiera casi económico. Lo único que busca es seguir perpetuando esa queja y esa insatisfacción, que es la base psíquica de la antipolítica. Y ahí es donde confluyen todos".

El analista ha añadido que tanto los independentistas como el principal partido de la oposición se mueven en una "declaración constante del malestar" sin rumbo político claro: "Fijaos que en otros ciclos hablábamos del Chicken Game, esa carrera hacía el vacío. Ahora ni siquiera se sabe hacia dónde se corre. Hay una especie de placer en sentirse insatisfecho".

Velasco ha advertido, además, de que el bloqueo de Junts no resolverá su fuga de votos hacia Aliança Catalana y ha subrayado que este movimiento "tendrá consecuencias para la legislatura española".

A las críticas de Velasco se han sumado Nacho Corredor y Estefanía Molina. Corredor ha apuntado que "esta legislatura empezó diciendo que Sánchez estaba dispuesto a todo, hasta pactar con Junts con tal de ser presidente del Gobierno, y puede acabar con el PP diciendo que para echar a Sánchez pactar con Junts vale la pena". Por su parte, Molina ha sostenido que "incluso con la amnistía aprobada y el catalán en la UE, el malestar perviviría en Junts porque lo que le preocupa es Aliança Catalana".