José Castro, exjuez: "Me resulta vergonzante lo que se escucha sobre los jueces. La mayoría cumple con su obligación y debe quedar constancia"
El magistrado que instruyó el caso Nóos defiende la independencia judicial en plena tormenta política y mediática

Entrevista exjuez José Castro
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En un momento de máxima tensión entre justicia y política, con el fiscal general del Estado en el punto de mira y varios casos judiciales salpicando a figuras públicas, el exjuez José Castro ha querido alzar la voz para defender la dignidad de la judicatura. "Me resulta vergonzante lo que se escucha sobre los jueces. La mayoría cumple con su obligación y debe quedar constancia", afirmó en La Ventana de la Cadena SER.
Castro, que instruyó el caso Nóos y llevó al banquillo a Iñaki Urdangarin y a la infanta Cristina, reivindicó la independencia judicial y denunció el descrédito al que se ve sometida la carrera judicial: "Hay jueces que se sienten presionados por cualquier crítica adversa que reciban de sus resoluciones. Yo creo que eso entra dentro del sueldo que cobramos".
A pesar de haber estado en el centro de uno de los procesos más mediáticos de la democracia, asegura que nunca se sintió coaccionado: "No he sentido miedo ni durante la instrucción del caso ni al escribir el libro. Y si alguien quiso presionarme, no lo consiguió".
Castro lamentó que se haya instalado una narrativa que pone en duda la imparcialidad de los jueces, y defendió que la mayoría actúa con profesionalidad y compromiso: "No se puede generalizar. Hay muchos jueces que hacen su trabajo con rigor, con honestidad. No se puede manchar a todo el colectivo por decisiones puntuales que puedan generar controversia".
El exjuez también se refirió a la necesidad de que la ciudadanía entienda el papel de la justicia en una democracia: "Como a un juez no hay que agradecerle nada por cumplir con su obligación, tampoco hay que denigrarlo por hacer su trabajo".
En su nuevo libro, El caso Nóos. Toda la verdad sobre el proceso que conmocionó a los españoles, Castro dedica unas líneas a quienes, según él, no actuaron como debían por miedo a las consecuencias: "A quienes no se atrevieron a hacer lo que debían por temor a la repercusión de sus propias decisiones, para que recapaciten hasta donde su conciencia se lo permita". Y añade: "Esa dedicatoria iba dirigida a terceros, pero con el tiempo me he dado cuenta de que también me la puedo aplicar a mí mismo. Todos debemos recapacitar si hicimos lo que debíamos hacer".




