Mazón envenena sus sueños
Quizá los peores enemigos están en tu partido porque, sencillamente, son los que te pueden hacer más daño

Ignacio Peyró: "Mazón estuvo y no está, pero su nombre aún ha de envenenar por largo tiempo los sueños de Feijoo"
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Madrid
Es un cliché clamoroso decir que, en política, los rivales son los que tienes enfrente mientras que los enemigos son los que tienes a los lados. Con esto nos referimos a las rencillas, las maledicencias y las celotipias que, en el seno de los partidos, crea el narcisismo de las pequeñas diferencias. Y también, por supuesto, a los codazos ciegos y a las zancadillas que con tanta generosidad se reparten en la lucha por el poder o tan solo por los cargos.
Pero quizá los peores enemigos están en tu partido porque, sencillamente, son los que te pueden hacer más daño. Bárcenas estaba en el puro sanedrín de Génova y a punto estuvo de llevarse por delante no ya la caja sino a toda la organización. Ahora es Mazón quien, en el via crucis de Feijóo en la oposición, se ha encargado de ponerle las espinas más hirientes en su corona.
Si cuando estaba políticamente pimpante, se las arregló para sabotear las elecciones del 23, hoy que está políticamente dimitido aún opera como un zombie.
De momento, al irse ha dejado un polvorín: Vox tiene todos los poderes para nombrar al nuevo presidente de la Generalitat y ahora mismo estarán pensando cómo emplearlos con el mayor sadismo en contra del PP para orientar la ristra de elecciones que vienen, de Extremadura a Castilla y León o Andalucía.
Mazón estuvo y no está, pero su nombre aún ha de envenenar por largo tiempo los sueños de Feijoo.




