"El Palau es soberano": la respuesta de Joan Peñarroya a la pañolada que refleja el hartazgo de la afición del Barça con su directiva

Otra derrota en el Palau Blaugrana a manos del eterno rival agotó la paciencia de la hinchada barcelonista. El Real Madrid volvió a imponerse en un partido de Euroliga dominado de principio a fin (92-101) y reabrió una herida que despertó un grito casi unánime. Los aficionados culés dijeron 'basta' a la conclusión e, iniciando una sonora pañolada, dirigieron las miradas hacia el palco. Joan Peñarroya, entrenador del Barça, asumió la decepción y acató sin miramientos la sentencia que dictó el público.

En mitad del estruendo sobresalió un grito por encima de cualquier otro. El "Cubells dimisión" fue atronador procedente de unas gradas que se vieron asoladas por pañuelos blancos en signo de protesta. En una temporada sin grandes aspiraciones tras los recortes que ha sufrido la sección en los últimos tiempos, la novena derrota consecutiva en un 'Clásico' ha sido la gota que ha colmado el vaso.

"El Palau es soberano", acató Joan Peñarroya al término del partido. Todavía a pie de pista tras el bocinazo final, el entrenador del Barça hizo de tripas corazón para atender al micrófono de Movistar+ mientras en las butacas estaba teniendo lugar el enfrentamiento entre afición y directiva. Y es que pocos dirigieron a Peñarroya sus quejas por el devenir del equipo, sino que la figura del responsable de baloncesto del Barça, Josep Cubells, fue la que quedó más en entredicho que nunca.

Aun así, tratando de abstraerse a todo el revuelo, Peñarroya trató de hacer un análisis más técnico de las causas de la nueva derrota a manos del Real Madrid. "Hemos tenido corazón, sobre todo, pero contra un rival tan poderoso y que además hoy ha tenido un día bueno, es difícil", lamentó, dejando caer el salto cualitativo que existe entre ambas plantillas: "Han jugado a un nivel físico superior al nuestro, han anotado con facilidad y eso les ha dado mucha confianza. Nos han dominado en el rebote y, aunque hemos conseguido que perdieran muchos balones, nuestra defensa tiene que ser mejor".

El sentimiento de que el Barça no había jugado mal este viernes reinaba en el postpartido, aunque no sirvió como excusa para Peñarroya: "No es suficiente para nosotros", insistió, ambicioso. "Era un partido importante. No tengo nada que reprochar al equipo en cuanto a actitud, en cuanto a corazón, en cuanto al deseo... pero tenemos que ser más sólidos", señaló el entrenador en el cierre de una noche para olvidar en el Palau y a la espera de si tendrá consecuencias en algún puesto.