Norris ahonda en los males de Piastri en el 'sprint' de GP de Brasil con una victoria para marcar distancias al frente del Mundial

Nuevo golpe al Mundial de un Lando Norris que fue el gran beneficiado del accidente de su compañero, Oscar Piastri, en un sábado que ha decantado un poco más la lucha por el título. Tuvo que abandonar el piloto australiano después de siniestrar su coche en una curva 3 que trajo más de un disgusto en el sprint. La prueba se prolongó más de lo esperado por una bandera roja que supuso un antes y un después en una accidentadísima sesión en la que Fernando Alonso firmó uno de los mejores resultados de la temporada con un meritorio sexto puesto.

Mirando de reojo hacia la meteorología enfilaron los monoplazas el semáforo este sábado, ignorantes aún de la relevancia especial que adquiriría en el devenir del sprint. La humedad imperante en la pista debido a las lluvias a primera hora del día en Sao Paulo obligó a mantener ciertas reservas en una salida sin excesivos cambios en la parte delantera. Alonso, de hecho, fue el único del top 5 en perder posición en beneficio de un Verstappen dispuesto a seguir amenazando la lucha por el Mundial entre los McLaren.

El paso de las vueltas invitó a los pilotos a asumir más riesgos. Así, Bearman y Lawson protagonizaron el primer incidente en la pista con un toque de lo más peligroso que provocó un giro de 360 grados del británico. Ambos pudieron seguir en pista pese al golpe, aunque dieron inicio a un periodo de lo más accidentado que desembocó en bandera roja.

La curva 3 encadenó una ristra de monoplazas siniestrados contra las protecciones tras patinazos muy similares. Oscar Piastri catapultó aquí sus opciones de regresar al liderato del Mundial, destrozando su McLaren e iniciando un calamitoso tramo. Hulkenberg y Colapinto, por este orden, calcaron prácticamente su mala suerte, dejando en los márgenes de la pista un peligroso montante de coches que obligó a los operarios de la FIA a tomar medidas drásticas. Tras unos primeros segundos de bandera amarilla por todo Interlagos, los organizadores optaron por enviar a todos al pit lane a la espera de sacar a todos los accidentados y limpiar esta zona de la pista.

Tuvieron tiempo las escuderías de trazar un plan reducido de apenas 15 vueltas. Para Alonso, este tiempo sirvió para mentalizarse de que tenía que reanudar la carrera con el cuchillo entre los dientes. Dicho y hecho, nada más apartarse el safety car de la trazada el español vio su momento de devolverle el golpe a un Verstappen que tuvo que exprimirse para defenderse de los envites del asturiano. Fue asfixiante la amenaza de Alonso en el retrovisor del vigente campeón del mundo, pero se revolvió lo justo para salir de apuros antes de lanzarse a por cotas más ambiciosas.

El suflé rebajado de Alonso

Terminó Alonso perdiendo el rebufo de Verstappen y, para colmo, tuvo que centrarse en lo que venía a su zaga tras estos intentos fallidos de adelantamiento. Porque sus esfuerzos tuvieron que centrarse a partir de entonces en contener a la doble amenaza que presentaron Leclerc y Hamilton, sexto y séptimo en este tramo. El '14' pasó entonces de la ambición por alcanzar cotas altas a concienciarse para achicar todo lo posible.

Iba camino de doctorarse nuevamente Alonso en estas labores de contención, aunque las últimas vueltas se antojaron un calvario que parecía no tener fin. La carrera se hizo larga para el asturiano, que no pudo resistir a todos los envites y terminó cediendo el quinto puesto que tanto se había trabajado durante la jornada. La sexta plaza definitiva supuso uno de sus mejores resultados en un sábado esta temporada, aunque dejó un regusto amargo en un Gran Premio que arrancó esperanzador como pocos.