Pastora Soler se sincera en sus memorias: momentos traumáticos en los escenarios, problemas con su voz y el excesivo control de su exrepresentante
La cantante española publicó el pasado 5 de noviembre sus memorias bajo el título 'Cuando se apagan las luces, aparecen las estrellas'
La cantante Pastora Soler publicará sus memorias el próximo 11 de noviembre / Borja B. Hojas
Madrid
En el municipio sevillano de Coria del Río, a orillas del Guadalquivir, nació hace ya 47 años Pilar Sánchez, mejor conocida en el mundo de la canción española como Pastora Soler.
Tras casi tres décadas de carrera, la artista española publica Cuando se apagan las luces, aparecen las estrellas, un libro que recopila los altos y bajos de la cantante, tanto en su faceta personal como profesional.
El desmayo que marcó su carrera
Dentro de estas memorias, la andaluza narra uno de los sucesos que marcaron un antes y un después en su vida profesional. El 8 de marzo de 2014, durante un concierto en su provincia natal, Pastora Soler sufrió un desmayo que le obligó a retirarse del escenario y cancelar su espectáculo.
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El video del desvanecimiento de la cantante se extendió rápidamente a través de las redes sociales, hecho que molestó mucho a la andaluza, que llegó incluso a incluir en sus contratos que no mostrasen ese video para ilustrar sus intervenciones públicas.
Soler trató de recobrar la confianza, pero ocho meses después la cantante se quedó sin voz en un concierto en Málaga. "Me había quedado muda, pero mi mente no callaba y decidí abandonar el escenario", narra la artista en su libro.
Este cúmulo de infortunios introdujo a Soler en una vorágine interminable de estrés y tristeza que le obligó a anunciar su retirada de la música. La cantante describe así su experiencia: "Lo que quería hacer en ese momento era desaparecer. Me quería morir para acabar con aquel sufrimiento. Ya no tenía fuerzas ni para llorar".
Su exrepresentante, "una persona complicada"
Pastora Soler habla también sobre Luis Sanz, el que fuera su representante, y cómo su constante control afectó a su salud mental e incluso a la de su familia.
La cantante describe a Sanz como "una persona complicada" y, a pesar de que la andaluza reconoce que está agradecida por todo lo que hizo por ella, también asegura que su representante quería controlar toda su vida. "Su influencia dominante, tratando de controlar todos los aspectos de mi vida, llegó a afectar a mi familia", relata Soler.
Según la sevillana, Sanz solo se centraba en destacar los aspectos negativos, e incluso llegaba a descalificar el físico de la cantante. "Me llamaba y me decía: 'Te he visto en tal programa y estás gordísima'", estas eran algunas de las denigrantes actitudes que tenía el que fuera su representante al inicio de su carrera musical.
A pesar de que Luis Sanz falleció en el año 2012, Pastora Soler asegura que sus comentarios y faltas de respeto todavía siguen presentes en su vida en forma de traumas. "Su obsesión, que hice mía, era que fuese perfecta. Todo eso afectó a mi autoestima y me generó mucha inseguridad", explica la cantante.
