Osimhen, el goleador enmascarado que hizo que los aficionados del Galatasaray pidieran... ¿Vender parte de la isla para ficharlo?

Si nos preguntásemos quién es el mejor futbolista que no juega en las cinco grandes ligas europeas, no tendríamos una respuesta clara. Es una realidad que hay muchos candidatos. Todavía hoy muchos aficionados al fútbol se acordarían de Cristiano Ronaldo y Leo Messi. Otros pondrían sobre la mesa el nombre de candidatos que juegan en la liga portuguesa como Diogo Costa (FC Porto), Francisco Trincao (Sporting), Morten Hjulmand (Sporting), Geovany Quenda (Sporting), Richard Ríos (Benfica) o Vangelis Pavlidis (Benfica). Quizá también saldrían en este debate futbolistas como Ismael Saibari (PSV) o Vanaken (Brujas). Jugadores de la talla de Joao Félix (Al-Nasrr), Milinkovic-Savic (Al-Hilal) o Rúben Neves (Al-Hilal) están en el fútbol árabe y otros como Giorgian De Arrascaeta (Flamengo), Kaio Jorge (Cruzeiro) o Rayan (Vasco da Gama) destacan en Sudamérica.

Pero todos estos aficionados coincidirían en que hay un jugador que juega en la Superliga de Turquía y que estaría sí o sí en el top-5 que harían todos: Victor Osimhen. En redes sociales, Javi Roldán apuntaba que, con las millonadas que se han gastado en la Premier League este verano, le parecía muy raro que se les hubiese escapado este talento. El goleador nigeriano es carácter competitivo puro. Tiene una superioridad física abrumadora y, además, es buen finalizador. Genera muchas ocasiones y suele terminarlas bastante bien.

Sus datos lo avalan. Pese a que se perdió el Eintracht Frankfurt-Galatasaray de la primera jornada de Champions League, el ariete ha visto puerta en los tres siguientes y suma seis dianas en las cuatro primeras fechas —uno en la victoria ante el Liverpool, un hat-trick en el Johan Cruyff Arena y un doblete ante el Bodo/Glimt—. Su carácter volcánico le ha podido cerrar alguna puerta en su carrera, pero no cabe duda de que también le ayudó a superar un aterrizaje complicado en el fútbol europeo y una gravísima lesión facial que, a día de hoy, todavía le obliga a jugar con protección.

Osimhen no es Haaland, no es Mbappé ni Harry Kane. No está a ese nivel. No es más letal que Lewandowski dentro del área, ni tampoco más completo que Julián Álvarez. Pero esa hambre para presionar, ese físico dominante y su capacidad finalizadora hacen que sea un perfil interesantísimo para muchos clubes europeos que buscan nueve o que lo buscarán en el mercado a corto plazo.

Radiografía del futbolista: así juega Osimhen

La primera vez que apareció en el radar de la élite fue en el Mundial sub-17 disputado en 2017. Tuvo un impacto tremendo y el Wolfsburgo decidió apostar por él: desembolsó unos 3,5 millones de euros por un delantero que venía del fútbol nigeriano. Su estancia en Alemania no fue fructífera. Encadenó cesiones y acabó traspasado al Charleroi. Fue allí donde explotó y el Lille lo fichó por 22 millones de euros. Tras un gran año en la Ligue 1, el Nápoles pagó cerca de 80 millones de euros.

- Alejandro Parra: "De Laurentis no es el presidente que más gasta en fichajes. Suele cuidar mucho el dinero, pero apostó por Osimhen y la apuesta fue perfecta. Fue campeón de liga allí. Se recuerda mucho a Kvarastkelia, pero Osimhen tuvo un grado de importancia a la par del que tuvo el georgiano. Creo que es porque acabó peleado por todo el mundo".

- Bruno Alemany: "Kvarastkelia es más 'genial'. Le ves regatear, tirar una bicicleta... y era increíble. Pero la cantidad de veces que abrió el marcador Victor Osimhen esta temporada tuvo una importancia tremenda en la consecución del título. Era un equipo con tres grandes pilares: Kim, Lobotka, Kvara y Osimhen".

Su carácter volcánico —y la forma de trabajar de sus representantes— siempre ha llamado la atención. Tanto fue así que provocó que un Nápoles que no tenía la necesidad de venderlo lo traspasase por los problemas que generó dentro y fuera del vestuario. Finalmente, tras un verano de 2024 en el que sonó para media Europa, no hubo acuerdo para su salida y terminó en el Nápoles, club en el que él había dejado claro que no iba a volver a jugar.

- Alejandro Parra: "Tras ese verano, el Nápoles le dijo que se iba a quedar en la grada todo el año. Ahí apareció el Galatasaray. El mercado turco seguía abierto y por probar ofrecieron una cesión por un año a través de un intermediario que es el que le ha llevado todos los fichajes importantes del club: Icardi, Mertens... Y lo cerró al día siguiente. Jugó un año en Turquía, nadie pensaba que fuesen a poder pagar para quedárselo. Hasta de la nada salió una noticia de que el Galatasaray tendría que vender una parte de esa isla para poder hacerlo. Esto no está confirmado. Eso es imposible de confirmar, nadie va a decir que se vendió terreno para firmar a Osimhen. Pero la realidad es que lo firmaron y han ido recuperando el dinero con victorias en Champions, con camisetas especiales y otro tipo de acciones comerciales. Fue rocambolesco, pero por cómo es Osimhen de carácter, creo que está en el sitio perfecto. Yo creo que él no va a salir el verano que viene. Está en su lugar en el mundo".

En lo futbolístico, es un delantero que en la presión alta es voraz. Físicamente es rapidísimo. Incluso a veces se carga de tarjetas por ir con un exceso de ímpetu a recuperar el balón. Pero además es un futbolista que constantemente está en movimiento y con una capacidad para definir bastante afinada.

- Bruno Alemany: "Más allá de su capacidad de morder, es un auténtico incordio a nivel de desmarques. No tiene la pericia de Haaland, no lo tiene tan trabajado, pero es que no para porque físicamente es muy superior. Definiendo, sin ser el típico delantero de contactos perfectos con el balón, es muy efectivo (...) Ese puntito técnico es muy difícil de entrenar, creo que no lo tendrá. Hacer controles perfectos, ser un buen pasador, asociarse bien... Ya tiene 26 años".

- Alejandro Parra: "Su golpeo es importantísimo. Cuando Icardi necesita tres ocasiones para tres goles, igual Osimhen necesita nueve. Es cierto que él se las crea. En el área es un huracán, pero le falta esa finura en el contacto con el balón. Claro, si lo hiciese también, estaríamos hablando de un delantero de 60 goles (...) Además hace muchos goles aprovechando errores que él mismo provoca en los rivales por su presión, por su energía. Es un delantero loco. Se mueve, corre, le encanta generar errores, se enfada si no llega a un remate... Es físicamente superdotado".

Además, pese a que juega en un equipo que trabaja para él, tiene un puntito de generosidad que no se le ve a otros delanteros del mundo.

- Alejandro Parra: "Está en un contexto de un equipo que juega por y para él. Todos quieren que él anote gol, y mientras eso suceda creo que él va a responder con goles".

- Bruno Alemany: "Pese a estar obsesionado con el gol, tiene un puntito de generosidad que no le veo a otros delanteros centros del mundo. Haaland no lo tiene, Lewandowski ni por asomo. El nigeriano sí que lo tiene".

¿Seguirá el nigeriano en el fútbol turco? ¿Volverán los cantos de sirena de la Premier League?

- Bruno Alemany: "Pese a encontrar un lugar en el que quedarse mucho tiempo, creo que ese carácter suyo... Si se ve arriba en la lista de goleadores de la Champions League, en un top-3 o top-5, igual se le mete en la cabeza que tiene que estar en un equipo candidato a ganar la competición. Igual no es este verano, pero creo que su cabeza puede hacer clic y buscar una salida".

- Alejandro Parra: "En algún momento dado volverá a sonar fuerte su marcha. Es el fútbol. Es difícil que un club turco consolide un proyecto como lo hizo el City o el PSG. Osimhen repite siempre que su objetivo es dar un golpe sobre la mesa en Europa. No sé si lo ve a corto plazo o a largo plazo. Cuando la Premier League vuelva a sonar, creo que se marchará, pero eso sí, esos casi 25 millones que está cobrando Osimhen en Europa te los pueden pagar pocos".