Los argumentos de García Ortiz, el borrado de sus teléfonos y la cuenta de Gmail: las claves de la declaración del fiscal general

El fiscal general del Estado, Álvaro García Ortiz, ha declarado como acusado en el Supremo por un presunto delito de revelación de secretos, negándose a responder a las acusaciones y reprochando al abogado de Alberto González Amador de "deslealtad" procesal.

El fiscal ha explicado por qué no ha respondido a la acusación particular y ha hecho un relato cronológico de los hechos desde el 7 de marzo de 2024, cuando su jefa de comunicación le anuncia que los periodistas de eldiario.es han llamado para preguntar por una denuncia que afecta a la pareja de la presidenta de la Comunidad de Madrid.

Por su parte, los peritos de la UCO han ratificado en el juicio los informes que atribuyen a García Ortiz la filtración del correo del novio de Ayuso. La Guardia Civil ha sostenido que el fiscal general tuvo "el dominio de la acción" y después borró el contenido de su teléfono y de su cuenta de correo electrónico.

El fiscal general ha negado en el Supremo "cualquier conversación" con el periodista de la SER, Miguel Ángel Campos, que fue quien adelantó la información. "No cojo llamadas desde que soy fiscal general porque me volvería loco", ha indicado García Ortiz.

"La verdad no se filtra, la verdad se defiende", ha sentenciado el fiscal en su declaración, que se ha defendido con un relato cronológico de los hechos que sucedieron aquel mes de marzo de 2024. García Ortiz ha hecho referencia a la "persecución" de la que se quejó Isabel Díaz Ayuso hacia su pareja y se ha sorprendido de que el colegio de abogados de Madrid se haya acabado querellando contra él.

Muchos de los que apuntan a García Ortiz se aferran a que borró sus whatsapps y su cuenta de Gmail. Él ha explicado que, por seguridad, borra todos sus mensajes por lo menos una vez al mes. Pero no es que los borrara cuando se le imputó o se iba a proceder al registro de su despacho, es que se borraron bastante antes, cuando se hace ese borrado mensual.

García Ortiz ha explicado que borró la cuenta de Gmail dos meses después de que la UCO inspeccionara su cuenta de correo, cuando se filtró y le empezaron a llegar mensajes con amenazas. "Cuando la UCO entra en mi despacho a su disposición, está mi cuenta de Gmail, no era tan difícil. A su disposición estaban. Creo que les di las contraseñas de todo lo que tenía", ha declarado el fiscal general del Estado en el Supremo.

Después de hablar con la Policía Nacional, de quien depende su seguridad, fue cuando García Ortiz decidió cerrar su cuenta de Gmail. "No hay ningún ánimo de ocultación", ha sentenciado el fiscal, que no ha querido responder a las preguntas de las acusaciones, a quienes ha acusado de actuar "de mala fe".