Maruja Torres: "Ay, castidad; ay, abstinencia. Cuántos crímenes se cometen en vuestro nombre"
Un regreso mío al catolicismo por todo lo alto, eso sí sería de agradecer. Aquí me tenéis, una vieja no beata sino llameante de fe vengativa

Maruja Torres: "Mi castigo sería la castración continuada como lo es el fuego en la concepción del infierno con que soléis amenazar"
El código iframe se ha copiado en el portapapeles
Cómo me gustaría sentir eso que dicen experimentar algunos jóvenes de ahora: la espiritualidad, la trascendencia, la mística. La levitación, si es necesario.
Cómo me deleitaría ser etérea, ser límpida, ser traslúcida, ser flotante, ser invisible. Y ser ubicua y atravesar paredes, transida de inmortalidad para colarme en todo momento y en toda ocasión en las estancias de todo cardenal, arzobispo, obispo, cura o papa que haya osado martirizar a una criatura con su asquerosa concepción del sexo y su repugnante versión del celibato.
Ay, castidad; ay, virtud; ay, abstinencia. Cuántos crímenes se cometen en vuestro nombre.
Un regreso mío al catolicismo por todo lo alto, eso sí sería de agradecer. Aquí me tenéis, una vieja no beata sino llameante de fe vengativa, enviada especial por mí misma a vuestros aposentos para no dejaros dormir por la noche ni despertar sin que veáis el día por delante como una prolongación de la pesadilla. Mi variedad preferida para vuestro castigo sería la castración, naturalmente, pero no en seco sino continuada, como lo es el fuego en la concepción del infierno con que soléis amenazar.
Castración eterna y sin pausa, ya que otra condena no recibís, escondidos por los vuestros y bajo las sayas. Así sea y amén, amados hermanos y hermanas.

Maruja Torres
María Dolores Torres Manzanera (Barcelona, 16 de marzo de 1943), más conocida como Maruja Torres, es...




