Nacen los nuevos 'influencers' discretos: es el año de los UGC

Aldara Arribas tiene 24 años y es creadora UGC, que corresponde a las siglas en inglés de User Generated Content. Tiene un perfil de Instagram muy cuidado y ordenado, todo su 'feed' respeta la gama de cromática de colores marrones y blancos. Acumula más de 500 seguidores en Instagram y se dedica a la publicidad en redes. Hace una década, nadie habría imaginado que un perfil así podría haber hecho negocios con marcas, pero ahora, sí.

Arribas estudió periodismo y siempre le llamó la atención el mundo audiovisual, de hecho, se dedica al cine y fue la inestabilidad de su propio oficio la que le empujó a buscar otra alternativa económica para los meses de secano cinematográfico. Se decantó por algo que le permitía ser autónoma y flexible: UGC.

Los perfiles UGC inundan de su contenido diariamente los móviles de los usuarios, sin que estos apenas se den cuenta. Aparecen de una forma muy sutil, a veces, sólo es una joven que explica lo bien que le ha funcionado un producto específico para su pelo, otro, te explica cómo ha diseñado su disfraz para los carnavales de su ciudad. Y cuando menos te lo esperas, estás mirando la peluquería que te ha recomendado para la boda que tienes que el próximo fin de semana.

Los anuncios basados en contenido generado por los usuarios tienen tasas de clics de hasta cuatro veces superiores y una reducción del 50 % en el coste con respecto a la media porque normalmente es la misma persona el que guioniza, diseña y edita su propio vídeo

Al principio piensas que igual te has topado con alguien extrovertido que se anima a ponerse delante de la cámara por diversión pero a medida que sigues consumiendo, te encuentras con el tradicional #publi.

Los User Generated Content, luchan para escapar de la etiqueta 'influencer', buscan ser más directos y no perder autenticidad para generar una conexión genuina con sus seguidores

El 92% de los consumidores recurre a sus conocidos para obtener recomendaciones sobre un producto y 9 de cada 10, confirman que la autenticidad es un requisito indispensable a la hora de decidir qué comprar. Estos datos corresponden a un estudio reciente de la plataforma Everyone Social y constata una realidad: estamos más dispuestos a fiarnos más de la palabra de quienes percibimos como cercanos y honestos. Y eso, las marcas, lo tienen cada vez más presente.