El Parlamento Europeo respalda el recorte sus emisiones contaminantes con el voto en contra del PP español
Los populares españoles se salen del voto mayoritario del grupo y se alinean con la ultraderecha en contra del objetivo de emisiones de reducir el 90% en 2040

El comisario europeo para el Clima, Wopke Hoekstra, en el Parlamento Europeo de Bruselas. / OLIVIER HOSLET (EFE)

Bruselas
El pleno del Parlamento Europeo ha respaldado este jueves que la Unión Europea recorte sus emisiones de gases de efecto invernadero para 2040 en un 90% respecto a 1990, amparando que los países puedan cubrir un 5% del objetivo de reducción de CO2 comprando créditos de emisión en terceros países fuera de la UE.
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Pero lo ha hecho con el rechazo de la delegación española del Partido Popular, que se sale del voto mayoritario de grupo y se alinea con los grupos de la extrema derecha.
El PP español, junto a los ultras, rechazan la reducción de emisiones contaminantes prevista en esta ley. La norma ha salido adelante con el apoyo de los grupos europeístas, incluida la inmensa mayoría de delegaciones del Partido Popular, salvo la española, que se sale de ese consenso votando lo mismo que la extrema derecha.
Fuentes del PP insisten en que ese objetivo no es realista y es poco viable y sostienen que los populares españoles defienden una protección del medioambiente con sentido común y sin dogmas.
La luz verde de la Eurocámara -con 379 votos a favor, 248 en contra y 10 abstenciones- facilita que se pueda emprender la negociación final para aprobar esa meta legalmente vinculante antes de final de año. A partir de ese marco legislativo se irá desarrollando la normativa concreta para el transporte, la agricultura o la industria para la próxima década.
La meta se ha suavizado con flexibilidades, como ese 5% de créditos internacionales de CO2 que pueden emplearse a partir de 2036, una cláusula para revisar cada dos años los avances científicos y tecnológicos y la competitividad internacional de la UE o retrasar un año, hasta 2028, la entrada en vigor del sistema (ETS 2) que gravará el CO2 del combustible en usado en el transporte por carretera y los edificios.
Pero sigue siendo uno de los objetivos más ambiciosos del mundo que, según el comisario europeo de Acción Climática, Wopke Hoekstra, sólo supera el Reino Unido, con una meta de recorte del 65% de CO2 en 2030 y del 81% en 2035.
Posición común
Los Estados miembros de la UE lograron fijar una posición común el 5 de noviembre, en vísperas de la COP30 de Belém, tras una maratoniana sesión de negociaciones de casi 24 horas que evitó que el bloque comunitario llegara a la cumbre del clima de Naciones Unidas sin cumplir con su obligación de actualizar sus compromisos climáticos.
Mostraron fuertes reticencias países como Italia, Rumanía, Hungría, Polonia, Eslovaquia o Chequia, preocupados sobre cómo podría afectar a la competitividad industrial de la UE o a los planes para invertir más en defensa.
El objetivo de 2040 suscrito por los Veintisiete, al que se adhiere la Eurocámara, actúa como puente entre el 55% fijado para 2030 y la neutralidad que la UE debe alcanzar en 2050, y permite formalizar ante la ONU el compromiso de recortar entre el 66,25% y el 72,5% en 2035.
En su tramitación parlamentaria, los eurodiputados introdujeron pequeñas modificaciones al texto, como exigir que esos créditos internacionales sólo se puedan adquirir en países alineados con el Acuerdo de París de 2015 para evitar que las temperaturas a final de siglo suban más de 1,5 grados respecto a los valores preindustriales.
También reclaman flexibilidades adicionales que abarquen a diferentes sectores e instrumentos con vistas a alcanzar objetivos que sean tan "eficientes en costes como sea posible".




