"Algunas proteínas llevan lo mismo que se da a los animales para engordar": el endocrino que alerta sobre los suplementos

El mercado de los suplementos alimenticios mueve 200 millones de euros al año en España y crece impulsado por la obsesión por la salud y la estética. Pero detrás de los botes de colores y las promesas de bienestar hay riesgos que pocos conocen. El endocrino Esteban Jódar, jefe de servicio en el Hospital Universitario Quirón de Madrid, lanzó una advertencia contundente en A vivir que son dos días: "Hay proteínas que llevan lo mismo que se da a los animales para engordar". Se refiere a anabolizantes presentes en algunos productos que se comercializan sin los controles exigidos a los fármacos.

"Ninguna sociedad científica ni ningún responsable de salud recomienda el consumo sistemático de suplementos en población general", subraya Jódar. Solo deberían tomarse bajo indicación médica, en casos de déficit confirmado o en grupos de riesgo como embarazadas, lactantes, veganos estrictos o ancianos institucionalizados. Sin embargo, la realidad es otra: "La mayoría de los pacientes que veo vienen suplementados de casa", afirma.

Entre los productos más consumidos están:

• Proteínas y creatina, muy demandadas por quienes buscan aumentar masa muscular. "Cada vez hay más gente joven que quiere incrementar su masa muscular y recuperar más rápido", explica Jódar. Aunque la creatina puede ser segura en dosis moderadas, un exceso puede provocar retención de líquidos y confusión en análisis clínicos.
• Magnesio, usado para prevenir calambres, pese a que la evidencia científica es "prácticamente nula" para ese fin. "Si tomas más de 350 mg al día, empiezan los problemas: dolores abdominales, diarreas", advierte.
• Melatonina, que se vende como ayuda para dormir. "Puede regular el sueño en casos de jet lag, pero también tiene efectos adversos gastrointestinales y, en dosis altas, riesgos cardiovasculares", señala.
• Omega-3, que salvo en presentaciones muy purificadas, "han demostrado aumento de riesgo de arritmias y hemorragias en ensayos clínicos".

El especialista insiste en que la mayoría de los estudios sobre suplementos son cortos, con pocos pacientes y baja calidad metodológica, a menudo financiados por las propias empresas. "Hay una fiebre por los suplementos que no está respaldada por evidencia sólida", recalca.