Campazzo, crítico tras la derrota del Real Madrid contra el Panathinaikos: "Tenemos que ser un equipo más compacto y con intensidad"

El Real Madrid sufrió un golpe inesperado en la Euroliga al caer en casa ante el Panathinaikos (77-87). Fue una noche extraña en el Movistar Arena: el conjunto blanco se mostró frágil durante casi todo el duelo, sin chispa ni contundencia, y ninguno de sus jugadores encontró realmente su mejor versión. Al otro lado, el Panathinaikos tuvo en Shorts a su figura más determinante, autor de 19 puntos y dueño absoluto del ritmo del partido. La derrota, además, llegó con un matiz doloroso: era la primera del Madrid como local en la competición.

Tras el encuentro, Facundo Campazzo no escondió su frustración y ofreció un análisis tan crudo como realista. "Es una cuestión de intensidad, de actitud, de deseo y del uno contra uno", comenzó. Para el base argentino, el choque se decidió por detalles básicos que el Madrid no supo controlar: "El Panathinaikos hizo dos cosas: pick and roll y uno contra uno. Tuvieron paciencia y nos atacaron. Nosotros tenemos que ser un equipo defensivo, compacto, intenso y que no comete errores".

"Nos volvemos muy predecibles"

Campazzo insistió en que el problema fue más profundo que un simple mal día. Explicó que, cuando el equipo no es capaz de asegurar el rebote ni de correr con claridad, el ataque se vuelve previsible y fácil de frenar: "No podemos defender bien y después agarrar la pelota debajo del aro, jugando por detrás de la jugada… así todo se vuelve muy predecible".

El argentino habló también del componente mental, de la ansiedad que genera sentir que cada posesión es decisiva. "Cuando no defiendes, juegas a contrarreloj y parece que cada tiro es el que te va a ganar el partido". Para él, la clave es clara: mejorar atrás para crecer adelante. "Preocuparse, hacerse cargo y seguir trabajando".

"No podemos permitir bajones tan largos"

Pese al enfado, Campazzo rescató alguna nota positiva del tramo final. Reconoció que el equipo reaccionó tras el descanso, pero esos primeros veinte minutos deficientes marcaron el resultado: "No podemos permitir estos bajones tan largos. Puede pasar, no somos invencibles, pero desde esa base tenemos que trabajar muchísimo y jugar cada partido con la intensidad que merece".