Estados Unidos reduce los aranceles de alimentos básicos como el café o la carne de vacuno
El presidente Trump ha afirmado que esta reducción se debe a que son productos que el país no produce en suficiente cantidad
Fotografía de archivo fechada el 2 de abril de 2025 del presidente de Estados Unidos, Donald Trump, mostrando una tabla con aranceles aplicables a socios comerciales de Estados Unidos, durante una rueda de prensa en el Jardín de las Rosas de la Casa Blanca en Washington (Estados Unidos). / KENT NISHIMURA / POOL (EFE)
Madrid
Estados Unidos ha aprobado este viernes una orden ejecutiva para reducir los aranceles de diversos alimentos básicos como el café, la carne de vacuno o múltiples frutas. El presidente del país ha firmado dicha reducción debido a que se trata de productos que EEUU no produce en suficiente cantidad en su territorio.
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"Específicamente, ciertos productos agrícolas que cumplen con los requisitos ya no estarán sujetos a dichos aranceles, como algunos alimentos que no se cultivan en Estados Unidos", ha indicado la Casa Blanca en un comunicado.
Dicha orden supone una modificación de la lista de gravámenes que la Administración Trump ha denominado como recíprocos. Se trata de más de 200 productos que el país norteamericano necesita comprar al exterior, entre los que también destacan el té, el plátano, el zumo de naranja o algunos fertilizantes.
Esta rebaja a los aranceles llega en un contexto de bastantes críticas al Ejecutivo estadounidense por la subida de los precios, que muchos economistas achacan a precisamente estos aranceles. Según los últimos datos, la carne picada ha subido en el país un 13%, los filetes de ternera un 17% y los plátanos un 7%.
La reciente decisión del mandatario norteamericano llega poco después de que, en las elecciones, los ciudadanos estadounidenses hayan demostrado su desconfianza con la situación económica del país. En regiones como Virginia y de Nueva Jersey, los demócratas ganaron las gobernaciones, además de la Alcaldía de Nueva York, gracias a campañas centradas en la economía y programas sociales y, en particular, en la asequibilidad de los alimentos.
La potente demanda interna de ciertos productos junto con la presión en los precios de los aranceles ha provocado también la queja de empresarios agrícolas estadounidenses que han visto peligrar su producción.