Una España sin techo: "Somos candidatos al Mundial. Tengo mariposas en el estómago"

En la última emisión de Carrusel Deportivo, con Yago de Vega dirigiendo la conversación, se analizó en profundidad el momento dulce que vive la selección española tras el contundente 0-4 frente a Georgia. Entre micrófonos y estadísticas, Julio Pulido y José David López coincidieron en algo que ya se respira en la calle: España está en un estado de forma deslumbrante y es clara candidata al Mundial de 2026.

Julio Pulido abrió el debate con una frase que dejó clara la magnitud del presente: "Tenemos una gran selección. Tenemos dos grandes selecciones". Y no era exageración. Para él, nunca antes había tenido España un grupo tan amplio y tan homogéneo en cuanto a talento. Hasta 25 futbolistas de nivel altísimo, capaces de intercambiar roles sin que el nivel del equipo se resienta. Recordó que el 0-4 se había conseguido sin siete jugadores que podrían ser titulares indiscutibles: Le Normand, Carvajal, Huijsen, Pedri, Rodri, Nico Williams y Lamine Yamal. "Es que siete de los diez jugadores de campo que podrían ser titulares no han jugado hoy", subrayó. Ese patrimonio futbolístico, añadió, sitúa a España entre los dos o tres grandes favoritos para ganar el Mundial. Y lo argumentó con contundencia: "No hay ningún equipo que juegue como España y no hay ninguna selección con jugadores como los nuestros".

"Somos un armario sin fondo"

José David López recogió el testigo con un entusiasmo casi poético. Para él, no hay ni un milímetro de duda en torno al equipo de Luis de la Fuente. "Te sientas a ver a la España de De la Fuente y todavía sientes mariposas en el estómago", confesó. Destacó que, incluso con seis o siete ausencias importantes, el guion y la propuesta se mantienen intactos: el flujo del juego, la personalidad, la madurez. "Hoy tenemos un exceso de certezas", afirmó. Y añadió una imagen que resume perfectamente la situación actual: si antes hablábamos de fondo de armario, ahora España tiene "un armario sin fondo", con suplentes que podrían ser titulares en casi cualquier selección del mundo.

Con ese viento a favor, el horizonte inmediato apunta a Turquía. Un rival con talento, sí, pero que, sobre el papel, no debería comprometer a una España que atraviesa un momento excepcional. La sensación general es que este equipo no solo gana: convence, ilusiona y, sobre todo, promete.