Manu Marlasca tiene muy claro el país al que no volvería jamás: "Me resultó muy desagradable"

Madrid

El periodista Manu Marlasca ha visitado este fin de semana los estudios centrales de la Cadena SER en calidad de invitado para hablar, junto a José Antonio Ponseti y toda su tropa, acerca de su pasión por los viajes. Y es que, a pesar de que a día de hoy le veamos en día sí y día también en los distintos platós de televisión, Marlasca reconoce que tiene alma de reportero. Así lo ha dado a conocer en el programa SER Aventureros, donde nos ha hablado acerca de lo mucho que le gustan las calles y poder conocer todas y cada una de sus historias.

Y es precisamente gracias a este espíritu aventurero por el que se ha recorrido medio mundo en busca de todo tipo de historias: "He estado en la guerra de Yugoslavia, en la guerra de Bosnia y también en Sarajevo. Ese viaje fue muy complicado por las circunstancias de la Guerra Civil. Luego otro viaje que a priori no podría parecer tan complicado porque es un sitio civilizado, o eso al menos pensábamos todos, fue el que hice a Sicilia cuando Totò Riina hizo saltar por los aires a Giovanni Falcone y a su escolta. Cuando te adentrabas en la Sicilia interior, más allá de Palermo o de las ciudades grandes, parecía que estabas en El Padrino II".

"Me resulta desagradable"

Pero a pesar de que se ha visto envuelto en muchos conflictos de estas características, el periodista reconoce que volvería prácticamente a cualquiera de estos países. A todos salvo a uno: "Un sitio complicado y al que no creo que vuelva fue Angola. Fui cuando todavía estaba el conflicto civil allí y es un sitio complicado que me resultó muy desagradable. Igual ahora es un Edén, pero me costaría mucho.

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Por otro lado, Manu Marlasca también ha reconocido que cada vez le dan más pereza las grandes ciudades: "Cada día me espantan más las grandes ciudades y lo que ocurre cada vez que vas a una. Yo he podido a Ámsterdam por trabajo y por placer. Antes podías ir al Rijksmuseum, ver los cuadros de Rembrandt y ya está. Ahora tendría que planificar mi viaje con nueve meses de antelación, buscar una entrada y para ese día en concreto. Me parece un espanto que se está extendiendo peligrosamente por todas las grandes ciudades".

Los buitres de Monfragüe

De ahí que, con el paso del tiempo, haya comenzado a valorar otro tipo de viajes: "Por eso hago ahora el turismo que hago, que tiene que ver con rincones pequeñitos que no están muy lejos de aquí. El viaje más apetecible que tengo a la vista sería ir a ver buitres a Monfragüe, para que os hagáis una idea, porque soy muy aficionado a fotografiar pájaros".

Por lo tanto, y después de recorrerse medio mundo contando todo tipo de historias, el periodista tiene cada vez más clara su desafección por las grandes ciudades y su amor por los pequeños rincones como Monfragüe. Un rincón, para nada masificado, como pueden ser las grandes ciudades europeas, pero en las que puede disfrutar tanto o incluso más que en las mismas.