Nos adentramos en la era de la inteligencia atlética con las Oakley Meta Vanguard: conclusiones tras varias semanas de uso
Las nuevas gafas de Meta están dirigidas principalmente al campo del deporte

Así son las Oakley Meta Vanguard. / Cadena SER

Madrid
Cada vez son más las personas que se preocupan por conseguir la equipación perfecta para mejorar su rendimiento deportivo. Especialmente los que se han sumado durante estos últimos años a la moda del running, quienes buscan hasta el más mínimo resquicio legal para poder mejorar su marca. Hasta hace no mucho salías con una camiseta vieja y unos pantalones cualquiera y ya valía, pero ahora la cosa se ha puesto seria. Desde camisetas deportivas transpirables que son cada vez más ligeras para recortar unos segundos que pueden acabar siendo clave, hasta calcetines técnicos para que tu pie esté bien sujeto mientras corres. Y qué decir sobre las zapatillas, cada vez más cómodas y ligeras para que parezca que vuelas en vez de caminar.
Se preocupan por la equipación, pero también por los accesorios que le acompañarán durante la rutina. Desde ese reloj inteligente que te marca qué tal lo estás haciendo durante la carrera hasta esos auriculares inalámbricos que te acompaña durante la rutina para que saques el máximo de ti en los metros finales. Y a esta amalgama de tecnologías tenemos que sumarle una nueva que llega para dar comienzo a la era de la inteligencia atlética. Hablamos sobre las Oakley Meta Vanguard. Unas gafas de sol inteligentes, desarrolladas por Meta y Oakley, que te ayudarán a mejorar tu rendimiento de una forma muy eficaz. Así lo hemos podido constatar durante estas últimas semanas, en las que hemos salido a correr con las gafas, e incluso correr la Herri Krosa de Bilbao, para ver si son realmente eficaces para mejorar el rendimiento deportivo o no. Y estas son nuestras conclusiones:
Un diseño que prioriza la comodidad
Las Oakley Meta Vanguard son muy llamativas. Las cosas como son. Pero como todas las gafas deportivas que podemos encontrar actualmente en el mercado, que han sido confeccionadas expresamente para optimizar el rendimiento de los atletas. De ahí que no tengan nada que ver con las gafas de sol tradicionales y que, probablemente, no sean tu primera opción para el día a día. Desde que las sacamos por primera vez de su estuche se nota a leguas que estamos ante un producto de Oakley por ese diseño tan característico de la firma estadounidense.
Pero también por el trabajo de ingeniería que hay detrás de las mismas. Lo que más nos sorprende es que pesan bastante (66 gramos), algo que entendemos por toda la tecnología que llevan por dentro. Pero, a pesar de que pesan prácticamente el doble de pesadas que unas gafas de sol estándar, lo cierto es que Oakley resuelve fenomenal la faena. Todo ello gracias a un sistema de ajuste de tres puntos para que las gafas solo toquen la nariz y los laterales de la cabeza. Gracias a ello, la compañía elimina los puntos de presión y no se nota en ningún momento que estamos utilizando unas gafas bastante más pesadas que las habituales.
Pero no solo eso. Las gafas también cuentan con tres plaquetas nasales intercambiables que se adapta a distintos tipos de puente nasal. De esta manera, y a pesar de que sean unas gafas bastante robustas, la conclusión a la que llegamos tras nuestras primeras carreras es que son muy cómodas para la práctica deportiva. Y el ajuste es excepcional, ya que no se mueven ni rebotan en ningún momento. Algo que nos vendrá muy bien a la hora de grabar todo tipo de contenido, pero ya habrá tiempo para hablar al respecto más adelante.
La ventaja de las lentes Prizm
Una de las cosas que más nos ha gustado de las gafas es su diseño envolvente. ¿Por qué? Al ser tan voluminosas, nos protege prácticamente de cualquier peligro que nos pueda sorprender en una carrera. Desde esa pequeña tormenta de arena o esa ráfaga de polvo tan molesta que nos puede fastidiar por completo la carrera hasta ese mosquito que amenaza con meterse en nuestros ojos constantemente. De hecho, las gafas cuentan con una clasificación IP67, por lo que son resistentes al polvo, al sudor y al agua. Durante nuestras pruebas nos ha tocado realizar varias sesiones bajo la lluvia, y las gafas se han comportado genial.

Fotografía captada con la cámara de las gafas. / Cadena SER

Fotografía captada con la cámara de las gafas. / Cadena SER
Otro de los puntos fuertes de las Oakley Meta Vanguard son sus ya icónicas lentes Prizm. Una tecnología, desarrollada por la propia Oakley que ha sido diseñada para realzar drásticamente tanto el color como el contraste. ¿Y de qué manera ayuda esto a nuestro rendimiento durante las carreras? Entre otras cosas, nos permitirá detectar cambios sutiles en la superficie y detectar posibles peligros como puede ser un bache.
De esta manera, pueden ser un gran aliado tanto en carreras en asfalto como, sobre todo, en montaña, pues no tendrás por qué bajar el ritmo o estar fijándote por dónde pisas para evitar cualquier posible torcedura de tobillo. A simple vista podría parecer una estrategia de marketing, pero sí que es verdad que se nota. Incluso una simple grieta en el asfalto.
Una experiencia sonora que supera las expectativas
Las Oakley Meta Vanguard vienen equipadas con un sistema de altavoces de oído abierto para que puedas escuchar tus canciones favoritas mientras corres. Como te habrás podido imaginar, el audio no es comparable al que recibes desde los auriculares tradicionales que se insertan en el oído por varios motivos. El primero de ellos, porque el altavoz no se introduce en el canal auditivo en ningún momento, por lo que el sonido que llega a tu oído no es tan directo. El segundo, porque no te pueden ofrecer una cancelación de ruido activa que te pueden aislar de tu entorno.
Pero a pesar de que juegue en desventaja, lo cierto es que la experiencia sonora ha superado nuestras expectativas. Todo ello porque son lo suficientemente potentes como para sobreponerse a los ruidos más molestos que te acompañen durante la carrera. Desde el tráfico hasta las voces de terceras personas. Y lo cierto es que las gafas reproducen tanto los medios como los agudos con bastante claridad. Donde se queda varios pasos por detrás, por motivos más que evidentes, es en el tema de los graves. Todos aquellos auriculares que no estén en contacto directo con el canal auditivo salen perdiendo en el tema de los graves, y las gafas desarrolladas por Oakley y Meta son un claro ejemplo de ello.
Por otro lado, la fuga de sonido es también evidente. Al ser auriculares de oído abierto, todas aquellas personas que vayan corriendo durante la carrera podrán saber lo que vas escuchando en todo momento si vas con el volumen a tope. De ahí que te recomendemos bajar un poco el volumen, hasta el 60% más o menos, para no dar el cante mientras vas corriendo a gran velocidad mientras escuchas el último disco de Rosalía. Lo que sí que nos ha sorprendido gratamente es su sistema de cinco micrófonos para reducir el ruido de viento. A pesar de que vayas corriendo como alma que lleva el diablo, podrás mantener una conversación bastante nítida con la otra persona siempre y cuando no te ahogues por el camino. Escucharán el ruido de fondo, también las pisadas, pero tu voz sobresale por encima de ellas.
Grabaciones estables y de calidad
La estabilidad de las Oakley Meta Vanguard es clave para garantizar una grabación de calidad. Porque sí, además de reproducir tus canciones favoritas, estas gafas inteligentes también sacan fotografías y graban todo tipo de contenido con una pequeña cámara situada a la altura de nuestra nariz. A pesar de sus dimensiones menudas, esta cámara de 12 megapíxeles es capaz de grabar vídeos a 3K a 30 fotogramas por segundo y a 1080p a 60 FPS. Una calidad más que de sobra como para grabar algunos highlights de nuestra carrera y compartirlos en nuestras redes sociales.
Para sacar una fotografía durante la carrera, tan solo tendrás que tocar brevemente el botón principal de las gafas, situado en la patilla de las Oakley Meta Vanguard. Una disposición muy cómoda y fácil de encontrar que no comprometerá nuestra práctica deportiva. Si por el contrario quieres grabar un vídeo, tendrás que mantener pulsado este botón durante varios segundos para que dé comienzo la grabación. Pero si no quieres perder tiempo en andar tocando botones, también puedes pedírselo a la inteligencia artificial a través del comando 'Hey Meta'. Ambas opciones nos parecen igual de válidas, pero preferimos el botón. Sobre todo en situaciones más ruidosas, cuando la IA puede llegar a liarse con tantas voces.
Y la calidad de grabación es notable si tenemos en cuenta que estamos grabando con unas gafas inteligentes. No es una GoPro u otra cámara de acción diseñada específicamente para este tipo de contenido, pero lo cierto es que se defiende bastante bien en la mayoría de escenarios. Donde más sufre, tal vez, es en situaciones de alto contraste, donde la imagen puede acabar quemada por culpa del sol y las sombras empastadas. Pero en líneas generales se comporta bastante bien y puede ayudarnos a grabar recuerdos para toda una vida.
Pero recuerdos bastante efímeros, pues tiene un límite de grabación de tres minutos por clip. Entendemos que es lo máximo a lo que puede aspirar, porque las gafas tienen un almacenamiento interno de 32 GB, pero de cara a futuras versiones nos gustarían unas gafas capaces de grabar toda la carrera como si de una GoPro se trata. ¿Y qué hay sobre la batería? Durante nuestras pruebas llegamos a la conclusión de que tienen autonomía más que de sobra para correr una maratón. Podrás superar las seis horas de reproducción de música fácilmente y alcanzar las nueve de uso mixto. Y por si esto fuera poco, el estuche de carga proporciona 36 horas adicionales de batería, por si da por carreras más largas.
Inteligencia atlética suprema... si tienes un Garmin
Pero la gran joya de la corona de las nuevas Oakley Meta Vanguard reside en su inteligencia atlética. Eso sí, para poder disfrutar de la misma en todo su esplendor te recomendamos usar las gafas con un reloj de la marca Garmin, pues te ofrecerá ciertas funciones que no podrás aprovechar con otros relojes. La primera de todas ellas es la retroalimentación por voz. En caso de que hayas emparejado el reloj con las gafas, podrás pedirle a tus Oakley Meta Vanguard que te vaya dando todo tipo de datos sobre la carrera en cuestión. Le podrás preguntar a Meta cuál es tu frecuencia cardiaca o qué ritmo llevas para saber si tienes que apretar un poco más o si tienes un poco de margen para descansar.
Pero si hay una función que brilla con luz propia (nunca mejor dicho) es el Status LED. Si te fijas bien en el interior de la montura, las Oakley Meta Vanguard incorporan un pequeño LED que solo tú puedes ver. Y lo cierto es que puede ser realmente útil para mejorar tus tiempos en carrera. Para activar esta herramienta tendrás que configurar un objetivo de rendimiento basado en tus datos de Garmin. Una vez hayas hecho esto, la luz LED se iluminará de color rojo si te sales del ritmo. De ahí que te acabes picando y pegando ese acelerón clave para marcar tu mejor registro. Y otra de las funciones exclusivas de Garmin es Autocapture. Una herramienta que grabará automáticamente tus mayores hitos en carrera. Desde tu kilómetro más rápido hasta tus picos de frecuencia cardíaca. Así podrás analizar qué ha pasado y cómo mejorar de cara a futuras carreras.
Por último, las gafas también se pueden integrar con Strava. Gracias a ello, podrás ir sacando fotos y grabando todo tipo de vídeos durante la carrera y subirlas a tus redes al instante junto con datos clave de la carrera como la distancia, el ritmo medio o el desnivel. ¿Y si no tienes un Garmin? No podrás disfrutar de todas estas opciones. Podrás hacerle preguntas generales, pero nunca relacionadas con tu carrera. Tampoco podrás usar el Status LED, por lo que la experiencia cambiará por completo dependiendo del reloj que uses.
Conclusiones: las Oakley Meta Vanguard marcan el camino
Las Oakley Meta Vanguard son unas gafas sobresalientes, pero que no están al alcance de cualquier bolsillo, pues tienen un precio final de 549 euros que las sitúan en la gama premium del sector. Pero entendemos que es el precio a pagar por una tecnología tan disruptiva como la que nos ofrecen. Principalmente porque reproducen audio de forma notable, graba vídeos de hasta 3K e incluye funciones de inteligencia artificial de lo más vistosas.
El problema es que algunas de estas funciones basadas en IA, a nuestro juicio las más interesantes, requieren de un reloj de Garmin para disfrutar de la experiencia completa. Y tampoco es que estos relojes sean baratos. De ahí que equiparte por completo para la carrera acaba siendo más caro de lo que pensaste en un primer momento. Eso sí, si tienes la oportunidad de disfrutar de la experiencia completa es una pasada. Un producto adelantado a su tiempo con características más propias de las gafas de dentro de cinco años.
Eso de que las gafas te muestren una luz roja cada vez que estás por debajo de tu ritmo habitual es un gran aliciente para pisarle un poco más. También el hecho de que las gafas te vayan mostrando tu ritmo actual y tu frecuencia cardiaca, lo que te ayudará a mejorar tu carrera considerablemente. Por lo tanto, las Oakley Meta Vanguard son unas gafas sobresalientes si tienes un reloj Garmin y notables si usas cualquier otro smartwatch para medir tu práctica deportiva.

David Justo
(Astrabudua, 1991) Periodista especializado en tecnología que aborda la vida digital desde otro punto...




