El mítico 'speaker' del Rayo Vallecano, dolido tras su retirada: "Nadie me dijo que no lo dejara. Por el club no me siento valorado"

Durante más de dos décadas, Rafa García fue algo más que la voz del Rayo Vallecano: fue el latido que acompañó cada tarde de fútbol en Vallecas. Su figura se convirtió en parte del paisaje emocional del estadio, pero, tras 22 años como speaker, decidió marcharse. La salida, lejos de ser festiva, tuvo un regusto amargo. "No me siento valorado ni querido por el club", admitió en una entrevista con Pacojó en SER Deportivos, donde repasó su trayectoria y explicó por qué esa historia tan larga ha acabado de forma tan inesperada.

Rafa recordó que su camino hacia el micrófono rayista fue casi casual: "Yo era locutor de montón de carreras en Madrid y España, pues se jubilaba el señor que estaba antes y ya con la familia Ruiz-Mateos en el Rayo, pues me propusieron, llegamos a un acuerdo y ya está, así de fácil. Ser el speaker del Rayo, de mi afición, eso es lo más grande". Su llegada supuso también un pequeño cambio cultural dentro del fútbol español: "Soy el primer speaker de la historia de España que, en el fútbol profesional, da la bienvenida a una afición rival. Se lo he dicho a Javier Tebas más de una vez: 'Javier, esto lo llevamos haciendo años en Vallecas, desde que yo empecé'. Cuando llegué dije: 'aquí hay que cambiar música, poner The Final Countdown y dar la bienvenida a los aficionados'".

"Vallecas tenía mala imagen, tipo Bronx"

Para él, esa apertura era algo natural en un barrio acostumbrado a convivir con todo tipo de acentos y procedencias: "Vallecas tenía una mala imagen, tipo Bronx, era un barrio de acogida de gente de distintas regiones que venían aquí a ganarse la vida y se hacían chabolas. Ver a dos mil catalanes o vascos en el bar… pues esto en Vallecas es la leche. Eso es lo que buscaba y eso es lo que se consiguió".

Entre los miles de partidos que narró desde el césped, guarda uno muy especial: el famoso Tamudazo: "Al principio era tal el follón que había… estábamos en Segunda, en el tiempo añadido, y metió el gol. Al principio canté Michu y luego dije que había sido Tamudo". Pequeñas anécdotas de una vida entera entregada al club, marcada también por amistades profundas. "Ya lo dijo mi amigo Paco Jémez: quien pasa por el Rayo sale marcado. Tú date cuenta que mi amigo Óscar Trejo viene de un sitio por ahí en Argentina y ha encontrado su sitio aquí en Vallecas. Es una maravilla la gente que ha pasado por el Rayo".

"El club es un poco frío"

Su sello musical también quedó para siempre ligado al estadio: "The Final Countdown es el final de la cuenta atrás. Aquí empezamos y luego, cuando subamos a Primera, ya cambiamos la música… pero el club me dijo que así estaba fenomenal. Vallecas es rockera; yo siempre he sido de Zeppelin, de James Brown, de Bob Dylan, de AC/DC…".

El adiós, sin embargo, llegó en silencio: "Mi último partido fue emocionante y emotivo. Yo le venía dando vueltas y es importante saber retirarse… Yo les aconsejo a todos los deportistas que no tengan miedo de equivocarse en algo: en saber retirarte. El otro día lo pensé y dije: 'es el momento de dejarlo'". Pese a su peso histórico, nadie del club intentó convencerlo: "Nadie me dijo nada de no retirarme. El club es un poco frío. Yo me llevo bien con todo el mundo. Con el presidente, personalmente, me llevo bien, pero no me gustan ciertas cosas. No me siento valorado ni querido. Por la gente sí, pero del club no. Nadie me ha dicho nada. Yo no tengo ningún rencor".

"¿Por qué no soñar con la Conference?"

Aun así, nada de eso empaña su amor por el Rayo. "Llevo 58 años de abonado y pagando mi abono, claro. Seguiré yendo con mi bufanda y animaré", ha indicado Rafa. Y, como cualquier hincha ilusionado viendo el mejor momento del club en mucho tiempo, aún se permite soñar: "Es el mejor Rayo de la historia, estamos ahí arriba. ¿Por qué no soñar con la Conference?".