La clave para controlar el acné en la adolescencia sin recurrir al Dercutane

Una semana más, el doctor Fernando Fernández Bueno ha abierto su consultorio en El Faro para responder a las dudas médicas de los oyentes. Aprovechando que el programa de esta madrugada analizaba todos los significados en torno al verbo querer, el equipo le ha dejado la siguiente pregunta: "¿Qué hacer si quiero tener buena piel? No quiero tener acné", que ha llevado al experto a repasar el uso del Dercutane, este medicamento ampliamente utilizado para tratar los acnés más severos.

Pero el doctor ha advertido que este medicamento, cuyo principio activo es la isotretinoína, un derivado de la vitamina A que favorece la reducción de la grasa en la piel, es solo recomendable en casos de acné severo, es decir, que genera nódulos dolorosos y lesiones profundas o muestra resistencia a otros tratamientos.

En el caso de la adolescencia o la juventud, el acné, por lo general, suele ser leve, por lo que no precisaría de este tratamiento. "Es el último escalón", insiste, y recuerda que hay otras medidas que se pueden tomar para reducir la aparición de acné. Los antibióticos orales, señala, solo se recetará en caso de sufrir un acné severo o cicatricial, y mediamente seguimiento dermatológico.

"No todos los pacientes reciben la misma dosis y no todos los pacientes presentan los mismos efectos secundarios", ha dicho, recordando que es común la descamación de la piel, la sequedad de la piel y de los labios y aumento de la sensibilidad al sol. De ahí que sea fundamental hacer chequeos rutinarios para comprobar que estamos tomando la dosis adecuada.

Pero lo primero, incide el doctor Bueno, es probar a controlarlo con los antibióticos tópicos. "Los tratamientos empiezan con una parte tópica, con cremas, exfoliantes y mucho control sobre la alimentación", explica. Es por esto que recuerda, especialmente para los más jóvenes, la importancia de reducir la ingesta de carbohidratos y, particularmente, de los ultraprocesados. "Si comes muchos carbohidratos, te va a salir más acné", insiste.

La ansiedad y la piel

El doctor Fernando Fernández Bueno también ha comentado que existe una relación entre los problemas cutáneos y la ansiedad. "Los niveles de ansiedad estimulan el cortisol y esta hormona del estrés actúa directamente sobre la parte del folículo pilosebáceo, pudiendo manifestar determinadas reacciones en nuestra piel", sostiene.

Es importante, por tanto, mantener los niveles de estrés bien controlados. Además de controlar la ansiedad, mantener una rutina facial, no tocarse la cara, descansar de manera adecuada y seguir una dieta equilibrada pueden ayudar a tener una piel más sana.