La zozobra

Madrid

Habrá que leer con detenimiento la sentencia que inhabilita al fiscal general del Estado para creerse el fallo que hoy ha adelantado la sala segunda del Tribunal Supremo.

A la vista de lo que hemos escuchado durante el juicio parecía imposible montar una sentencia de condena. Los que la defendían externamente, lo hacían con otras motivaciones ajenas al Derecho.

Hoy muchos tenemos la sensación de que el juicio ha ido en una dirección y el fallo va en la contraria.

Va ser muy interesante analizar de dónde han sacado las pruebas condenatorias los cinco magistrados que han aprobado el fallo, cuando parecía existir una contraprueba continuada que han avalado con sus declaraciones casi todos los testigos.

Es de sentido común que los fallos se adelanten a las sentencias cuando son favorables al ciudadano juzgado, cuando son absolutorios, para aligerar su sufrimiento. Cuando como en este caso de condena el fallo se adelanta a la sentencia hay una doble victimización: el titular de la noticia, una y otra vez, dos veces seguidas, es la condena.

Tan importante como el fallo es el razonamiento. Son los razonamientos los que explican el Derecho. Incluido el de las magistradas que elevarán votos particulares.

Cómo evitar creer que esta votación de cinco a dos se explica en buena parte por el bloqueo sistemático que durante tantos años aplicó el Partido Popular al Consejo General del Poder Judicial.