Una psicóloga explica por qué ha crecido tanto el misticismo en los últimos cinco años: "Lo cambió todo"

Madrid

Cada vez son más las personas que abrazan el misticismo. Sobre todo entre los más jóvenes, quienes se encomiendan a fenómenos como la astrología para tratar de dar sentido a todo lo que les sucede en su día a día. Todo ello porque el cerebro humano siempre quiere tenerlo todo bajo control y está transitando por un periodo marcado por la incertidumbre, lo que lleva a la sociedad a tratar de encontrar respuestas incluso en los rincones más recónditos. Así nos lo ha explicado la psicóloga Sarah Belén en una nueva entrega de Me pasa una cosa, en el que hemos hablado sobre el misticismo y todo lo que gira a su alrededor.

Todo ello a raíz de una entrevista con la humorista Ana Brito, quien ha explicado en declaraciones a la Cadena SER que le encanta todo lo místico: "Me gustan las cosas místicas. Parto de la base que es como raro hablar abiertamente de que te gusta lo místico, pero me encanta. Desde todo el tema de desarrollo personal hasta todo el tema de la religión, el tarot, el futuro, vidas pasadas, reencarnación, rituales...todo eso me encanta". Después de abordar el tema con nuestra invitada, Manuel Burque ha dado paso a la psicóloga para que explicara esta tendencia en auge.

El misticismo en tiempos de incertidumbre

En ese momento, Sarah Belén le ha preguntado a Ana Brito si el misticismo le está ayudando a escapar de la incertidumbre o si lo que realmente está haciendo es ayudarle a transitar la misma en su día a día. Y la humorista ha llegado a la conclusión que le está ayudando a transitarla porque es demasiado difícil escapar de la incertidumbre. Una respuesta que le ha servido a la psicóloga a explicar un fenómeno cada vez más común: "Socialmente, los humanos siempre hemos necesitado la religión. Siempre hemos necesitado creer en algo para crear esa cohesión social".

De ahí que sean cada vez más quienes abracen el misticismo para intentar darle sentido a todo lo que está sucediendo durante estos últimos años: "De un tiempo para acá, especialmente en estos los últimos 4 años, el misticismo ha subido exponencialmente, y no es coincidencia. En periodos de incertidumbre, la humanidad recurre al misticismo en su sentido más amplio, ya sea la religión, el tarot o los amarres. Todo ello para tratar de controlar una incertidumbre que es inherente a la existencia humana".

La incertidumbre en tiempos de COVID

Y qué mayor incertidumbre que la pandemia de la COVID-19, que nos mantuvo en casa durante tres meses sin poder salir de casa: "La pandemia no la podía predecir ni la gente que la estudiaba. Eso lo cambió todo y mi generación se ha amarrado mucho a eso". A esto hay que añadirle también el problema con el trabajo y con la vivienda, pues las opciones de los más jóvenes para independizarse son cada vez más remotas, con todo lo que ello supone.

Pero hay un gran problema de fondo en todo esto: "El problema es cuando nos agarramos a cosas que no nos podemos agarrar. En el sentido de que, si me gusta una persona, le hago un amarre y entonces me quedo con la idea de que le tengo que gustar a esa persona sí o sí". Si tratas de manipular la realidad a tu antojo, puedes acabar alimentando tu ansiedad a largo plazo. Otra cosa es que utilices este misticismo para navegar en la incertidumbre: "Si yo estoy en una situación de incertidumbre buscando trabajo, a lo mejor Dios me ayuda a navegar en la incertidumbre".