La frase improvisada de la película que terminó en la nota de suicidio de Kurt Cobain
Fue pronunciada por el actor americano James Brown en 'Los inmortales'

La frase improvisada de la película que terminó en la nota de suicidio de Kurt Cobain
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Hace 31 años de la trágica muerte de Kurt Cobain. El líder de Nirvaa se quitaba la vida el 8 de abril de 1994, tan solo cinco años después de iniciar su carrera y cuando su música estaba en lo más alto. Junto a su cuerpo, encontraron una carta de despedida dirigifa a su mujer Courtney Love y su hija Frances Bean, de tan solo un año y medio de edad. El icono del grunge escogió una frase de Neil Young que quedó inmortalizada para el resto de la historia: "Es mejor arder que apagarse lentamente."
Aquel verso de la famosa Hey Hey, My My (Into the Black), convertido en símbolo de una generación marcada por el exceso y la vulnerabilidad, abrió un debate sobre el éxito y el mito. Una frase durante criticada por otros músicos como John Lennon, que mostró abiertamente su rechazo: "Lo odio. Hacer de Sid Vicious un héroe, o de Jim Morrison, me parece una basura. A mí me gusta la gente que sobrevive", declaré en un entrevista a Playboy en 1980, poco antes sufrir su propio trágico final.
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Richard Burton, ‘Los inmortales’ y capitán Vidal
Más allá de la música, esa frase perteneciente al disco Rust never sleeps (1979) también trascendió a la gran pantalla en la película Los Inmortales (1986) de Russell Mulcahy. La cinta narra la historia de unos seres de una raza especial que sólo pueden morir si son decapitados entre sí, por lo que viven desde hace siglos entre el resto de mortales.
El villano Kurgan, interpretado por el actor americano James Brown, se reencuentra con Macleod, encarnado por Christopher Lambert, en una iglesia. Tras ser llamado la atención por el propio sacerdote, Kurgan pronuncia las famosas palabras: "Bajo mi juicio, es mejor quemarse y desaparecer para siempre."




