El tiempo invernal llega a la Península: la nieve y el hielo obligan a cortar carreteras en el norte

Madrid

Se acerca diciembre y con él una nueva bajada de las temperaturas. La AEMET informa de una bajada general de las temperaturas mínimas acompañada de lluvias y nevadas persistentes que pueden llegar a cotas superiores a los 600 metros en las zonas del extremo norte peninsular.

Gran parte del interior peninsular se verá afectado por heladas de intensidad moderada, pero que pueden alcanzar una intensidad fuerte en localidades ubicadas en la zona de Pirineos. Son solo algunas zonas bajas del oeste peninsular las que no se verán afectadas por estas heladas.

Precaución en las carreteras por el hielo y la nieve

Estas fuertes heladas ya están causando estragos en varias carreteras en la zona norte de la Península. La DGT notifica afecciones en 36 carreteras secundarias en diferentes comunidades españolas. Asturias y Cataluña son las autonomías más afectadas, agrupando en total 18 vías en condiciones peligrosas. La Dirección General de Tráfico avisa de que en la mayoría de estas carreteras es obligatorio el uso de cadenas sobre los neumáticos, e incluso declara a una decena de carreteras secundarias como "intransitables".

Avisos amarillos por viento y fenómenos costeros

La AEMET se centra en la peligrosidad de las heladas, pero no deja de advertir sobre amenazas marítimas en algunas zonas costeras del país. El litoral catalán, la costa cántabra y las Islas Baleares se mantienen bajo un aviso amarillo, que puede llegar a naranja en algunas zonas, por posibles fenómenos costeros que pueden dejar olas de hasta 9 metros de alturas en el archipiélago.

Con la misma intensidad se advierte también de posibles fuertes rachas de viento que se extienden sobre zonas de Aragón próximas a la parte norte de Valencia y al sur de Cataluña, que también se mantienen alerta. Estas fuertes rachas de viento se hacen notar también en la zona del pirineo oscense y catalán.

Bajada de temperaturas

A niveles más generales, se espera una masa fría de aire que se vaya templando con la llegada del mediodía, dejando cielos nubosos o parcialmente cubiertos en la vertiente atlántica de la Península y algunas zonas altas del interior.

El movimiento de las temperaturas seguirá esta misma tendencia gélida, generando así una bajada general de sus niveles mínimos, salvo la excepción de Canarias, comunidad que no sufrirá muchos cambios.