'Campo cerrado', la primera de las seis novelas de 'El laberinto mágico', de Max Aub
Una historia sorprendente sobre el golpe de estado de 1936 en Barcelona

'Campo cerrado', la primera de las seis novelas de 'El laberinto mágico', de Max Aub
El código iframe se ha copiado en el portapapeles
Max Aub nace en París, en 1903 y muere en México, tras 30 años de exilio, en 1972. Es uno de los grandes escritores en lengua castellana del siglo XX. Es el autor de 'La gallina ciega', diario escrito tras su vuelta a España en 1969 o 'La calle de Valverde', entre otros textos. Pero su gran obra es 'El laberinto Mágico', uno de los más extraordinarios frescos de la guerra civil española a través de las seis novelas que la componen. 'Campo cerrado', 'Campo de sangre', 'Campo abierto', 'Campo del moro' y 'Campo de los almendros'.
Cuando la Guerra Civil estalló, Max Aub ya era un reconocido intelectual que colaboraba con las revistas más prestigiosas del país. Además, dirigía el grupo teatral universitario El búho y alguna de sus propias obras se representó en el frente. En 1937 fue enviado como agregado a la Embajada española de Francia, y él mismo sería quien gestionaría el encargo y la compra del Guernica de Picasso para la Exposición Universal.
'Campo cerrado' es la primera de novela de 'El laberinto Mágico'. Escrita en 1939 y publicada en 1943, muy evocadora y profunda, está llena de conversaciones entre personas de diferentes ideologías, y cuenta como pocas el golpe de estado de 1936 en Barcelona. Es una novela muy sorprendente, muy exigente, pero deliciosa.
Como señala Luis García Montero, el sentido último de la literatura es narrar la historia y convertirla en vida. Max Aub se lo planteó así desde un punto de vista personal en una anotación de sus Diarios: “Porque se escribe para quedar y si no se consigue nada tiene sentido. Podría vivir con solo vivir. Sin embargo, escribo, paso a la vida pensando cómo, qué escribir para quedar”. Esta necesidad de contar y quedar caracteriza 'El laberinto mágico' su ciclo de novelas históricas iniciado con 'Campo cerrado'. Se trata de una voluntad literaria con un peso ético muy significativo.
En 'Campo cerrado' se dan ya los rasgos que caracterizarán al resto de las entregas. El principal de ellos es el estilo dialogado: largas conversaciones entre todos los protagonistas e ideologías. Pero el deseo de ir más allá de una separación simple del bien y del mal es lo que da un valor ético profundo a las novelas históricas de Max Aub. Supone la perspectiva más enriquecedora al narrar los vínculos entre los hechos individuales de cada personaje y los acontecimientos sociales. El relato no olvida nunca lo humano en los episodios que se viven de forma colectiva y no puede adentrarse en una soledad sin escuchar los ecos de una historia en la que se conforma cada yo, cada reacción, cada ilusión, miedo, traición o lealtad.
Heredero de Galdós y los Episodios Nacionales Max Aub ya tenía planeado casi todo lo que quería contar en su historia vivida cuando dio a la imprenta 'Campo cerrado', en 1943. ¿Quería sustituir la labor de los historiadores? No, pero sabía, por la lección galdosiana, que la literatura va más allá de los lectores especializados, de las revistas y los libros propios de los especialistas. Y merecía la pena desde el exilio, 30 años antes de que fuera posible su regreso a España, contar, contarse lo que había pasado.
Este artículo contiene fragmentos del prólogo de Luis García Montero a la edición de la editorial Cuadernos del Vigía.




