El día que Pablo Alborán terminó en lo alto de un árbol por culpa de una broma
El entonces joven cantante, de tan solo 21 años, consiguió mantener los modales a pesar de su gran enfado

El día que Pablo Alborán terminó en lo alto de un árbol por culpa de una broma
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Madrid
El humor siempre ha sido una parte esencial del mundo televisivo, series, películas, programas de comedia, y de más espectáculos chistosos han marcado la parrilla televisiva española. Pero sin duda, uno de los eventos más celebrados por la audiencia cada año es la gala Inocente Inocente, que el 28 de diciembre regala a los espectadores numerosas bromas de cámara oculta protagonizadas por las celebridades del momento.
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Pablo Alborán, invitado de este episodio de A las bravas, también ha sido víctima de estos engaños cómicos elaborados por la fundación Inocente, pero es cierto que la experiencia del cantante, por entonces una promesa de la música española, fue más bien tensa que cómica.
Un piquete de bienvenida
La productora de la gala hizo creer al cantante malagueño que había sido seleccionado para participar en un evento de carácter benéfico. Según le contaron a Alborán, su única tarea era subir a un árbol navideño y coronarlo en lo alto con la estrella.
En principio la idea era sencilla, pero Pablo Alborán no se esperaba que, nada más llegar al lugar del evento, en vez de recibirle sus fanáticos, los encargados de darle la bienvenida fueran un grupo de personas muy enfadadas que le realizaron "un piquete". Acusaban al cantante de sustituir, sin preparación alguna, al encargado de poner la estrella, "me decían que no estaba cualificado para poner la estrella de navidad" explica el artista.
Hacer leña del árbol caído
Finalmente Pablo Alborán se terminó subiendo a lo alto del árbol, cinco metros le separaban del suelo, y cuando estaba a punto de colocar la estrella, el inmenso árbol cayó al suelo. Este bochornoso momento ocurrió delante de el grupo del piquete, de todos los medios de comunicación y de una gran masa de gente que había ido a ver el evento.
A pesar del gran impacto, la vergüenza y el enfado que invadió al cantante malagueño, Alborán consiguió mantener las formas e incluso trató de quedar bien en frente del público.




